En los últimos años, El Salvador ha experimentado un incremento sostenido en la plusvalía de las viviendas, fenómeno que se refleja tanto en zonas urbanas como en áreas de expansión residencial. Este aumento responde a una combinación de factores económicos, sociales y de infraestructura que han dinamizado el mercado inmobiliario.
Entre las principales causas destaca la estabilidad macroeconómica relativa, que ha incentivado la inversión en bienes raíces como un refugio de valor frente a la inflación. El dólar como moneda oficial continúa ofreciendo confianza a inversionistas y compradores, quienes ven en la vivienda una opción segura de resguardar y hacer crecer su capital.
Otro factor determinante es la mejora en la infraestructura vial y urbana, especialmente en el Área Metropolitana de San Salvador, donde nuevas carreteras, pasos a desnivel y proyectos de transporte han elevado el atractivo de sectores estratégicos. Asimismo, zonas tradicionalmente residenciales han visto un repunte en la demanda debido a su cercanía con polos comerciales y financieros.

La expansión de proyectos habitacionales privados también ha incidido en el alza de la plusvalía. El desarrollo de residenciales cerradas, edificios de apartamentos y complejos mixtos (que integran comercio y vivienda) ha transformado la dinámica urbana, generando una competencia que incrementa el valor de las propiedades.
El flujo de remesas familiares es otro elemento clave. Según cifras del Banco Central de Reserva, las remesas han alcanzado niveles históricos, lo que ha fortalecido el poder adquisitivo de miles de familias. Gran parte de estos recursos se destina a la compra, ampliación o remodelación de viviendas, elevando la demanda y, por ende, los precios.
En paralelo, la creciente llegada de inversionistas extranjeros y retornados que buscan adquirir propiedades en el país ha impulsado la revalorización de zonas costeras y turísticas, especialmente aquellas vinculadas con proyectos de surf y turismo sostenible.
Finalmente, la digitalización del sector inmobiliario ha facilitado la compraventa de propiedades, ampliando el acceso a información sobre precios y tendencias del mercado, lo cual contribuye a una mayor competencia y valoración de los activos.
En conjunto, estos factores explican el aumento en la plusvalía de las viviendas en El Salvador, un fenómeno que beneficia a propietarios e inversionistas, aunque al mismo tiempo plantea desafíos de accesibilidad para sectores de ingresos medios y bajos.