El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anunció la aprobación de un préstamo especial de desarrollo que permitirá a El Salvador avanzar en reformas estructurales clave para fortalecer su sostenibilidad macroeconómica y fiscal. Este apoyo presupuestario se enmarca en el acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en febrero, con el objetivo de restaurar el equilibrio financiero y promover el crecimiento económico.
Según el BID, la financiación aprobada por su Junta Directiva brindará al país el espacio fiscal necesario para implementar medidas que aumenten los ingresos fiscales, reduzcan la deuda pública y fortalezcan las reservas internacionales. Asimismo, permitirá mejorar la gobernanza y la integridad financiera, elementos fundamentales para atraer mayor inversión privada y estimular el desarrollo económico.
El organismo destacó que esta operación forma parte de una serie de iniciativas que ha respaldado desde 2016 para fortalecer la institucionalidad y las políticas públicas en El Salvador. Entre ellas, se incluyen proyectos destinados a optimizar la administración tributaria y aduanera, así como medidas para mitigar los efectos económicos de la pandemia de COVID-19. El préstamo tiene un vencimiento de siete años, con un período de gracia de tres años y una tasa de interés basada en la Secured Overnight Financing Rate (SOFR).
Este desembolso se suma a los recursos otorgados por organismos multilaterales como el Banco Mundial (BM), el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), formando parte de un paquete de financiamiento superior a los $3,500 millones. Los fondos permitirán atender las necesidades de balanza de pagos y respaldar programas estratégicos del Gobierno salvadoreño, con la meta de mejorar la estabilidad macroeconómica y garantizar un crecimiento más inclusivo y sostenible.