El Salvador continúa dando pasos firmes hacia un entorno empresarial más ágil y accesible. A partir de este jueves, entra en vigencia una reforma al Código Municipal que elimina la exigencia de presentar la solvencia municipal para constituir nuevas sociedades, incluyendo las Sociedades por Acciones Simplificadas (SAS), lo que permitirá completar este trámite en pocas horas.
La modificación fue aprobada por la Asamblea Legislativa el pasado 5 de junio de 2025 y forma parte de un paquete de reformas diseñado para facilitar la creación de empresas y fomentar la formalización de negocios en el país. Esta iniciativa se suma a los esfuerzos implementados desde 2023, entre los que destaca la introducción de las SAS, un modelo que permite a una sola persona constituir una empresa con un capital mínimo de apenas $1, sin intermediación notarial y mediante un proceso completamente digital a través de la plataforma creaempresa.gob.sv.

Desde el lanzamiento de este modelo societario en febrero de 2024, se han constituido más de 3,800 SAS, y se estima que para finales de 2025 se alcanzarán los 7,000 nuevos comerciantes registrados. Más allá del número, el impacto de la medida también se refleja en inclusión y dinamismo empresarial: el 70 % de las SAS son unipersonales, el 40 % incluyen accionistas mujeres y el capital social total de estas entidades asciende a $8.3 millones.
Asimismo, 173 de estas sociedades ya poseen bienes inmuebles valorados en más de $2.6 millones, y al menos 290 han formalizado su propiedad intelectual registrando marcas, lo que demuestra un avance tangible en la consolidación del ecosistema emprendedor salvadoreño.
Otro de los beneficios clave de esta reforma es el ahorro económico y de tiempo para los empresarios. Hasta ahora, obtener la solvencia municipal podía tomar hasta 15 días y tenía un costo que oscilaba entre los $3 y $15, dependiendo del municipio. Con la eliminación de este requisito y la gratuidad de los trámites extendida hasta el 31 de diciembre de 2025, los emprendedores pueden constituir su empresa sin incurrir en gastos por derechos registrales ni matrícula, ni por solvencias locales.
Estas medidas fortalecen la apuesta del país por un modelo económico que promueve la inclusión, la digitalización y la formalización de negocios, y consolidan a El Salvador como un terreno fértil para el emprendimiento moderno.