La descentralización de los proyectos inmobiliarios en El Salvador ha tomado fuerza en los últimos años, impulsando el desarrollo habitacional más allá de la capital. Empresas del sector de bienes raíces destacan que esta tendencia responde a factores económicos, de seguridad y cambios en las preferencias de los compradores.
William Velasco, CEO de Porta Real Estate Boutique, explicó que históricamente las construcciones de vivienda se concentraban en San Salvador y La Libertad. Sin embargo, desde 2021 se ha registrado una expansión hacia los 14 departamentos del país.
“Estamos viendo un futuro más prometedor, donde los 14 departamentos del país se están convirtiendo cada vez más en polos de desarrollo, aunque la principal concentración sigue estando en San Salvador, La Libertad, Santa Ana y San Miguel”, afirmó Velasco.

Porta Real Estate Boutique reporta un incremento sostenido en proyectos residenciales a nivel nacional durante los últimos tres años, y anticipa que esta tendencia continuará en los próximos años.
Por su parte, Jaime Menjívar, jefe de ventas de Propi, señaló que hasta noviembre de 2024 se comercializaban más de 900 unidades de vivienda horizontal a través de su plataforma, principalmente en distritos como Chalchuapa (Santa Ana Oeste), Santa Ana Centro y Sonsonate Centro.
Menjívar destacó que, a excepción de los desarrollos de playa en la zona oriental, dominados por edificios, la mayoría de los proyectos en el interior del país son desarrollos horizontales. Además, Propi contabiliza proyectos de lotificación en distritos como Quezaltepeque (La Libertad Norte) y Apopa (San Salvador Oeste).
El ejecutivo resaltó que el 87 % del mercado inmobiliario en la capital está compuesto por apartamentos y edificios, mientras que las viviendas horizontales han ganado terreno en los departamentos.
Factores que Impulsan la Descentralización
Velasco identificó la mejora en los niveles de seguridad como un factor clave en la expansión de los proyectos habitacionales fuera de la capital.
Además, el interés de la diáspora salvadoreña por adquirir viviendas en sus lugares de origen ha incentivado la demanda en zonas fuera del Gran San Salvador.
Otro aspecto determinante es la escasez de terrenos disponibles en San Salvador y La Libertad, donde el desarrollo vertical ha sido la respuesta ante la limitada oferta de tierra urbanizable. En contraste, los precios de los terrenos en el interior del país son más competitivos, facilitando la expansión de proyectos residenciales.
La demanda también ha sido impulsada por una nueva generación de trabajadores jóvenes que, gracias al trabajo remoto, prefieren adquirir viviendas en sus ciudades natales o en zonas alejadas de la capital.
Con estas condiciones, las proyecciones del sector inmobiliario apuntan a un crecimiento continuo de proyectos residenciales en todo el país, consolidando la descentralización como una tendencia clave en el desarrollo urbano de El Salvador.