El año 2014 marcó un punto de quiebre para el sector caficultor en El Salvador. Tras enfrentar un severo brote del hongo de la roya, la producción de café se desplomó, perdiendo el liderazgo como el producto de origen agrícola de mayor exportación, un título que ostentó por más de un siglo y que pasó a manos de la industria azucarera.
Registros del Banco Central de Reserva (BCR) revelan que, hasta 2013, el café mantenía su supremacía en las exportaciones agrícolas con envíos valorados en $233.94 millones. Sin embargo, en 2014 sufrió una abrupta caída del 52.7 %, atribuida al colapso de la producción tras la crisis de la roya que golpeó a toda Centroamérica en el ciclo 2012-2013. Este desastre fitosanitario no solo generó pérdidas económicas millonarias, sino también consecuencias sociales devastadoras, afectando especialmente a los pequeños productores que no lograron recuperarse.
La producción de café pasó de 1.7 millones de quintales en el ciclo 2011-2012 a solo 700,025 en el ciclo 2012-2013. Desde entonces, el sector no ha logrado recuperar sus niveles históricos de cosecha, una crisis que los productores atribuyen a la falta de una política cafetalera sólida, al alto endeudamiento del sector y a los efectos del cambio climático.

En contraste, las exportaciones de azúcar tomaron la delantera. En 2013, sumaron $209.22 millones, y aunque en 2014 cayeron a $191.9 millones, la industria ha mantenido su posicionamiento. Durante la última década, el azúcar se ha consolidado como el principal producto agroexportador del país, superando los altibajos del mercado.
Al cierre de 2024, el azúcar fue el cuarto producto más exportado de El Salvador, con una participación del 3.74 % dentro de la canasta exportadora, solo por debajo de las ventas de camisetas, suéteres y envases plásticos. Según datos del BCR, los envíos de azúcar alcanzaron los $241.26 millones, lo que representó un crecimiento del 5.5 % en comparación con los $235.6 millones de 2023.
Por otro lado, el café ha descendido hasta la posición 13 entre los 50 principales productos de exportación del país, con una caída del 6.8 % en 2024. Las ventas cerraron el año en $137.1 millones, una disminución de $9.9 millones respecto a los $147 millones de 2023. En términos comparativos, las exportaciones de azúcar son actualmente 1.7 veces mayores a las del café.
Si se compara con los registros de 2013, el café ha perdido $96.8 millones en exportaciones, una caída del 41 %, mientras que el azúcar ha aumentado en $32.04 millones, equivalente a un crecimiento del 15.3 %.
Históricamente, el café fue el motor de la economía salvadoreña tras desplazar al añil como principal producto de exportación en el siglo XIX. Según el economista William Pleites, en 1855 el añil representaba el 86.3 % de las exportaciones del país, mientras que el café era un producto incipiente. Sin embargo, gracias a incentivos gubernamentales, a partir de la década de 1870 el café se consolidó como el eje de la economía nacional.
Para 1970, El Salvador se ubicó entre los cinco principales productores de café a nivel mundial y fue el cuarto mayor exportador del grano. Sin embargo, esas épocas de esplendor han quedado atrás, y el sector caficultor enfrenta el desafío de redefinir su futuro en un contexto de competencia global y crisis climática.