En 2025, el mercado inmobiliario en Estados Unidos muestra señales claras de recuperación y dinamismo tras años de incertidumbre generada por la inflación y las altas tasas hipotecarias. Con una estabilización gradual de la economía y las recientes decisiones de la Reserva Federal para reducir las tasas de interés, el sector vive un notable repunte tanto en compras como en construcción de nuevas viviendas.
Durante el primer semestre del año, se ha observado un aumento significativo en la actividad de compraventa, especialmente en áreas metropolitanas como Dallas, Atlanta, Phoenix y Tampa. La reducción de las tasas hipotecarias —que en algunos casos han bajado por debajo del 6%— ha reactivado la intención de compra, en particular entre los compradores primerizos y los millennials que habían pospuesto sus decisiones en años anteriores.

Las constructoras también están acelerando sus proyectos ante una demanda que no se detiene. El inventario de viviendas nuevas ha crecido en más de un 15% en comparación con 2024, y los permisos de construcción están en su nivel más alto desde 2021. A esto se suma un renovado interés en los mercados suburbanos y rurales, alimentado por el modelo híbrido de trabajo que continúa siendo adoptado por muchas empresas.
Por su parte, los precios de las viviendas han comenzado a subir nuevamente, aunque de forma más moderada, evitando los picos abruptos de años anteriores. Esta tendencia sugiere un crecimiento más sostenible y saludable del mercado.
Con una perspectiva positiva para el resto del año, expertos del sector proyectan que 2025 podría cerrar como uno de los mejores años para el sector inmobiliario en la última década, consolidando un nuevo ciclo de expansión tras los desafíos recientes.