Esta semana marca el comienzo de las conversaciones entre El Salvador y China, la segunda economía más grande del mundo, para la firma de un tratado de libre comercio (TLC), un acuerdo que promete ser ventajoso para ambas naciones, con especial énfasis en los sectores cafetalero y azucarero salvadoreños.
Silvia Cuéllar, presidenta de la Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport), afirmó que la firma de un TLC siempre conlleva oportunidades. Cuéllar destacó que, si bien existe la preocupación de que una apertura excesiva del mercado pueda afectar a las empresas locales, los empresarios salvadoreños pueden identificar nichos de negocios dentro de la vasta población china, que supera los 1,400 millones de habitantes.
El café y el azúcar se han identificado como productos ganadores en el mercado chino, con un interés creciente también en licores, alimentos y productos nostálgicos. Además, sectores como plásticos, férulas, productos farmacéuticos de alta calidad y textiles podrían ver una expansión en sus exportaciones.
En paralelo a las negociaciones, Coexport está organizando reuniones con inversionistas y participando en ferias para comprender mejor el mercado chino y sus oportunidades comerciales.
Las cifras de comercio entre ambos países revelan una balanza comercial desigual. China es un importante proveedor de tecnología y maquinaria para El Salvador, mientras que las exportaciones del país centroamericano hacia China son comparativamente bajas.
El embajador de China en El Salvador, Zhang Yanhu, destacó que el TLC permitirá la importación de vehículos y maquinaria a precios más competitivos, beneficiando a los consumidores salvadoreños. Además, aseguró que el tratado protegerá los intereses de ambos países, incluyendo sectores vulnerables que necesitan medidas de protección.
El TLC entre El Salvador y China promete abrir nuevas puertas comerciales y fortalecer los lazos económicos entre ambas naciones, con el café y el azúcar como punta de lanza en esta emocionante etapa de negociaciones.