Con el creciente aumento de las transacciones en línea, los riesgos de fraude y robo de identidad se han disparado, lo que ha impulsado la necesidad de procesos de validación bancaria cada vez más rigurosos. En este contexto, las fintechs y los bancos están apostando por la validación de cuentas bancarias como una herramienta clave para garantizar la seguridad y la confianza en las operaciones digitales.
Prometeo, una fintech especializada en la infraestructura tecnológica, ha destacado que este proceso permite verificar en tiempo real la titularidad y vigencia de una cuenta, lo que no solo reduce las transferencias erróneas, sino que también combate el lavado de dinero y la suplantación de identidad. Según datos de TransUnion, la apertura de cuentas digitales es la etapa más vulnerable de los procesos bancarios, con un 6,5% de estos procesos mostrando signos de fraude a nivel global. Además, las identidades sintéticas representaron pérdidas de hasta 3,2 mil millones de dólares en Estados Unidos durante la primera mitad de 2024.
Sebastián Ropero, Product Team Lead de Prometeo, explica: “La validación de cuentas bancarias confirma que una cuenta y su titular coinciden, garantizando que la información sea legítima y vigente. Además de reducir riesgos de fraude y lavado de dinero, fortalece el cumplimiento de regulaciones y estrategias de ‘Conoce a tu Cliente’ (KYC), optimizando la incorporación de nuevos clientes.”

Este proceso se ha consolidado como una práctica fundamental en la lucha contra el fraude, especialmente en mercados que ya han adoptado regulaciones más estrictas en términos de seguridad financiera. En Europa, por ejemplo, la implementación del modelo “Verification of Payee” (VoP) ha mejorado la seguridad de las transferencias bancarias, requiriendo la verificación del beneficiario antes de autorizar un pago. Este sistema se ha convertido en un estándar de seguridad, especialmente después de la entrada en vigor de la Directiva PSD2, que fomenta la banca abierta y la protección del cliente.
Sebastián Ropero destaca: “La implementación de VoP en Europa ha sido tan relevante como el GDPR (Reglamento General de Protección de Datos) en la estandarización de la seguridad de datos, sirviendo de modelo para otras regiones. En Latinoamérica, la adopción de VoP podría fortalecer la seguridad en las transacciones y la confianza en los pagos digitales, especialmente con la creciente adopción de pagos instantáneos.”
En Estados Unidos, aunque no existe un mandato uniforme para la validación de cuentas bancarias, esta práctica se recomienda ampliamente para prevenir fraudes. Mientras tanto, en Latinoamérica, países como México y Brasil ya han implementado normativas propias de KYC y Anti-Lavado de Dinero (AML), lo que ha llevado a muchos bancos y fintechs a adoptar soluciones de validación de cuentas para adelantarse a posibles reformas regulatorias.
La validación de cuentas bancarias se ha convertido, por tanto, en un estándar global para asegurar que las cuentas sean legítimas y sus titulares correctos. Este proceso no solo reduce el riesgo de fraudes y transferencias erróneas, sino que también refuerza el cumplimiento de normativas internacionales como KYC y AML. Los métodos de validación varían desde microdepósitos y autenticación biométrica hasta validaciones instantáneas vía API, siendo estas últimas las más eficientes para gestionar grandes volúmenes de clientes.
En resumen, la validación bancaria se ha establecido como una herramienta esencial en el panorama financiero global, contribuyendo a la seguridad de las operaciones, la protección contra fraudes y el cumplimiento de regulaciones, lo que garantiza un entorno digital más seguro y confiable.