Al cierre del primer semestre de 2024, El Salvador registró un notable flujo migratorio de 6,911,371 ingresos y salidas de nacionales y extranjeros a través de sus fronteras aéreas, terrestres y marítimas, según la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME).
La mayor parte de este movimiento se dio en las fronteras terrestres, con un total de 4,617,300 entradas y salidas, representando el 67 % del flujo total. Las operaciones aéreas registraron 2,258,044 movimientos, mientras que las marítimas contabilizaron 36,027.
El titular de la DGME, Ricardo Cucalón, subrayó en declaraciones recientes el creciente atractivo turístico del país, afirmando que «gente de todo el mundo está diciendo que el país es el mejor destino turístico de Centroamérica».
En términos de llegadas, la DGME reportó que entre el 1 de enero y el 30 de junio de este año, aproximadamente 3.5 millones de viajeros, tanto nacionales como extranjeros, ingresaron al país por diversos puestos fronterizos. De este total, 2.3 millones llegaron por vía terrestre, 1.1 millones por vía aérea y 17,336 por vía marítima.
Asimismo, en el mismo periodo, se llevaron a cabo cerca de 3.4 millones de controles migratorios relacionados con la salida de viajeros del país. Este flujo migratorio significativo refleja no solo el dinamismo del país en términos de movilidad, sino también su creciente popularidad como destino para visitantes internacionales.
Estos datos demuestran un activo movimiento fronterizo y resaltan la importancia de las fronteras terrestres como principal punto de entrada y salida en El Salvador. La DGME continúa monitoreando y gestionando estos flujos para garantizar la seguridad y eficiencia en los procesos migratorios del país.