General Motors (GM) anunció una histórica inversión de 4 mil millones de dólares en sus operaciones dentro de Estados Unidos, como parte de una estrategia para fortalecer la producción nacional y responder a los cambios en la política comercial del país.
La compañía automotriz informó que trasladará la manufactura de dos de sus modelos emblemáticos —el Chevrolet Blazer y el Chevrolet Equinox— desde México hacia plantas estadounidenses. El Blazer se ensamblará en Spring Hill, Tennessee, mientras que la producción del Equinox se reubicará en Kansas City, Kansas.

Esta decisión representa un viraje importante hacia la relocalización industrial y se da en el contexto de ajustes en los aranceles que afectan a la industria automotriz. En particular, GM busca evitar las tarifas del 25% que anteriormente gravaban la importación de vehículos y autopartes, impulsadas durante la administración de Donald Trump.
“La producción local no solo reduce costos a largo plazo, sino que también nos brinda mayor control sobre nuestras operaciones y fortalece nuestras plantas en el país”, señaló la empresa en un comunicado.
Además de blindar su cadena de suministro frente a las tensiones comerciales, la estrategia apunta a generar empleos estables para los estadounidenses. Actualmente, alrededor de un millón de personas dependen directa o indirectamente de las operaciones de GM en el país.

Como parte de la misma iniciativa, la planta de Orion Township, en Michigan, se enfocará en la producción de camionetas y SUV a gasolina, con miras al año 2027, lo cual también representa un giro en la planificación de vehículos frente a la transición hacia la movilidad eléctrica.
Con este movimiento, General Motors reafirma su compromiso con el desarrollo económico estadounidense y apuesta por el fortalecimiento de la industria automotriz nacional ante un entorno global cada vez más competitivo.