A partir del 18 de junio, Guatemala y El Salvador consolidarán un nuevo capítulo en su relación comercial con la integración de las aduanas de Anguiatú, en Santa Ana, y La Ermita, en Chiquimula, como parte del proceso de unión aduanera impulsado en la región. La iniciativa busca dinamizar el comercio, reducir tiempos y facilitar los trámites en frontera.
La integración se concretará tras una fase piloto iniciada el 6 de mayo y será respaldada con la firma de un documento oficial que abrirá paso a una nueva etapa del proceso, informó Werner Ovalle, jefe de la SAT de Guatemala. En el mismo acto, se formalizará la futura incorporación de la aduana Pedro de Alvarado, clave para el flujo comercial entre ambas naciones.

Este esfuerzo es resultado del trabajo articulado entre la SAT, el Ministerio de Economía, la SIECA y las autoridades salvadoreñas, con el propósito de robustecer el modelo de Puestos Fronterizos Integrados que ya ha mostrado éxito en la región.
Entre los beneficios de esta integración figuran: horarios de atención continuos, menos trámites, mayor agilidad logística, reducción de costos para el sector transporte, y una mejora en la competitividad para las empresas exportadoras.
Amador Carballido, director de Agexport, expresó que esta decisión representa una gran oportunidad. “Ya lo vivimos con Honduras: el comercio se dinamiza y los tiempos bajan considerablemente. Es una señal clara de que la región puede avanzar unida”, afirmó.