La Estación Espacial Internacional (EEI), un proyecto internacional que ha sido clave en los avances científicos durante 26 años, se encuentra en sus últimos años de operación. La NASA ha asignado 843 millones de dólares a SpaceX para garantizar una desorbitación segura de la EEI en 2031, marcando el fin de una era de exploración espacial. Sin embargo, este retiro abre la puerta a un nuevo y ambicioso proyecto liderado por la compañía espacial de Jeff Bezos, Blue Origin: la creación de una estación espacial de lujo para turistas espaciales.
El proyecto, denominado Orbital Reef, ha estado en desarrollo durante más de tres años y se espera que comience a mostrar resultados tangibles en los próximos tres años. La NASA ha confiado en Blue Origin, otorgándole un presupuesto inicial de 130 millones de dólares para el desarrollo de esta estación, que se espera esté operativa para 2030.
Orbital Reef será una estación espacial multifuncional y autosuficiente de 823 metros cúbicos, diseñada no solo para la investigación científica, sino también para albergar a turistas espaciales. Con dormitorios, áreas sociales y módulos dedicados a diversas actividades, el proyecto tiene como objetivo ofrecer una experiencia única a los viajeros que deseen explorar el espacio. El costo de la estación se estima en al menos 100.000 millones de dólares, significativamente menor que la EEI, según Brent Sherwood, vicepresidente sénior de programas de desarrollo avanzado de Blue Origin.
El desarrollo de Orbital Reef es un esfuerzo conjunto entre varios gigantes de la industria, incluidos Blue Origin, Sierra Space, Amazon y Boeing. Sierra Space proporcionará módulos de entorno flexible integrado de gran tamaño (LIFE) y un avión espacial Dream Chaser para el transporte de carga y tripulación. A pesar de algunos desafíos en la industria, como los problemas actuales de Boeing, el proyecto sigue avanzando hacia su lanzamiento inicial en 2027.
Con esta nueva estación espacial, Jeff Bezos no solo planea avanzar en la investigación científica, sino también abrir una nueva era para el turismo espacial, permitiendo que los millonarios disfruten de la experiencia de estar en órbita, a 400 km de la Tierra.