Eastman Kodak, la histórica empresa fotográfica fundada en 1892, alertó a los inversores sobre su posible insolvencia debido a problemas financieros graves. En su informe de resultados publicado el lunes, la compañía reconoció que no cuenta con “financiación comprometida ni liquidez disponible” para cubrir sus obligaciones de deuda, que ascienden a aproximadamente 500 millones de dólares.
“Estas condiciones plantean dudas sustanciales sobre la capacidad de la empresa para continuar como negocio en marcha”, señaló Kodak en un comunicado. La empresa indicó que pretende generar efectivo suspendiendo los pagos de su plan de pensiones, y aseguró que los aranceles no tendrían “repercusiones significativas” en su operación, dado que gran parte de su producción, incluyendo cámaras, tintas y películas, se realiza en Estados Unidos.
A pesar de los desafíos, el CEO de Kodak, Jim Continenza, afirmó que “en el segundo trimestre, Kodak siguió avanzando en su plan a largo plazo a pesar de los retos que plantea un entorno empresarial incierto”. Sin embargo, la advertencia impactó a los mercados: las acciones de la compañía cayeron más de un 7 % en las operaciones previas a la apertura del martes.

De líder del mercado a advertencia de quiebra
Kodak se convirtió en un ícono de la fotografía a lo largo del siglo XX. Sus orígenes se remontan a 1879, cuando George Eastman patentó su primera máquina de recubrimiento de placas. En 1888, vendió la primera cámara Kodak por 25 dólares, popularizando la fotografía con el lema: “Usted aprieta el botón, nosotros hacemos el resto”.
Durante décadas, Kodak dominó el mercado: en la década de 1970 representaba el 90 % de las ventas de películas y el 85 % de las cámaras en Estados Unidos. Su popularidad incluso trascendió la industria, con la canción “Kodachrome” de Paul Simon convirtiéndose en un éxito en 1973.
Sin embargo, la empresa no supo capitalizar la revolución digital pese a haber inventado la primera cámara digital en 1975. Este error estratégico la llevó a declararse en quiebra en 2012, con una deuda de 6.750 millones de dólares y 100.000 acreedores.
En 2020, Kodak experimentó un breve respiro al ser seleccionada por el Gobierno de Estados Unidos para producir ingredientes farmacéuticos, lo que provocó un incremento abrupto en el precio de sus acciones. Actualmente, la compañía busca fortalecer esta área de negocio mientras continúa fabricando películas, productos químicos para la industria cinematográfica y licencia su marca para diversos productos de consumo.
La histórica empresa, que en su momento fue sinónimo de fotografía, enfrenta ahora uno de los desafíos financieros más críticos de su existencia.