El Banco Mundial (BM), la Embajada de Japón en El Salvador y la organización Catholic Relief Services (CRS) dieron inicio ayer al proyecto «Conectando las comunidades agrícolas con las economías costeras en el Bálsamo-Costa Viva». Este ambicioso proyecto, respaldado por una donación de $2.76 millones del Fondo Japonés de Desarrollo Social (JSDF), tiene como objetivo mejorar el acceso a mercados, la seguridad alimentaria y la diversidad nutricional en los distritos de Chiltiupán, Tamanique y Comasagua, ubicados en la cordillera El Bálsamo del departamento de La Libertad.
La iniciativa, que será ejecutada por CRS, beneficiará directamente a 6,250 familias de agricultores de la región. Francisco Bueso, especialista agrícola del BM y gerente del proyecto «Costa Viva», explicó que el proyecto facilitará la conexión entre los productores de granos básicos, frutas, vegetales y café con las economías en expansión de la costa, incluyendo mercados, hoteles y restaurantes en la zona de Surf City 1.

Entre las acciones previstas, se conectará a 1,250 familias agrícolas de los distritos mencionados con los mercados costeros y de Santa Tecla, mejorando el acceso a alimentos frescos y nutritivos, y contribuyendo a la reducción de la pobreza en estas comunidades rurales. Además, se financiarán 125 planes de negocio para igual número de grupos de productores, cada uno compuesto por 10 agricultores, quienes deberán asociarse con entes comerciales para comercializar sus productos.
Bueso detalló que los productores podrán invertir en mejorar su productividad, resiliencia climática, logística de transporte, o en el procesamiento de sus productos. En términos de seguridad alimentaria, se prevé mejorar la diversidad nutricional y las condiciones de salubridad en 5,000 hogares vulnerables, beneficiando a unas 25,000 personas. Se otorgará un capital de hasta $45,000 para 10 proyectos comunitarios destinados a resolver problemas como la calidad del agua y a mejorar programas de alimentación escolar.
El proyecto también incluirá capacitación y asistencia técnica en prácticas agrícolas adaptadas al clima y nutricionalmente inteligentes. Clayton Maring, director de programas de CRS en El Salvador, señaló que la iniciativa se extenderá hasta diciembre de 2027, promoviendo la creación de alianzas productivas entre agricultores y mercados locales con el apoyo de las Asociaciones de Desarrollo Comunal.
Hiromi Nai, representante de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) en El Salvador, destacó que el programa tiene como objetivo mejorar los medios de vida de los agricultores con un fuerte impacto en la comunidad.