La diferencia entre comercio internacional y comercio exterior reside en la amplitud del concepto. El comercio internacional hace referencia al comercio de todos los bienes y servicios a nivel mundial. Mientras, el concepto de comercio exterior suele utilizarse para mencionar las transacciones de un país frente al resto del mundo.
Entrando en materia, el comercio mundial se basa en el comercio exterior que en definitiva es un acto de comercio entre una nación con otra o por parte de los residentes de una determinada nación con personas de un país extranjero, siempre, teniendo en cuenta las normas administrativas, bancarias y fiscales de las legislaciones de ambos países.
Por su parte, si hablamos de Comercio Internacional se referirá a todos aquellos movimientos comerciales y financieros que lleva a cabo un Estado con particulares de otro país o entre dos estados diferentes y por ende tiene un carácter universal y que a su vez es regido por el Derecho Internacional Público.
Es habitual confundir el concepto de comercio internacional con el de comercio exterior. Muchas personas los utilizan como sinónimos cuando realmente no lo son. Si bien es cierto que son conceptos parecidos con muchas cosas en común no son idénticos.
Por su parte, si hablamos de Comercio Internacional se referirá a todos aquellos movimientos comerciales y financieros que lleva a cabo un Estado con particulares de otro país o entre dos estados diferentes y por ende tiene un carácter universal y que a su vez es regido por el Derecho Internacional Público.
Entonces, en palabras muy simples, el comercio exterior engloba todas aquellas transacciones comerciales que se lleva a cabo entre un país o bloque de países con un territorio aduanero determinado con el resto del mundo. Es decir, podría ser el intercambio comercial de Chile con China y las exportaciones de cerezas al gigante asiático. Se trata claramente de una relación comercial entre ambas naciones.
Por otro lado el comercio internacional, cubrirá todas las transacciones comerciales globales que se efectúen entre países de todo el orbe y siempre utilizando como marco regulatorio los diversos acuerdos entre las naciones que son parte participantes del intercambio y los respectivos gobiernos de esos países. Aquí, claramente hablamos de una serie de operaciones se realizan entre distintos territorios aduaneros y en divisas según una serie de precios determinados por los mercados globales.