El arribo del crucero Eurodam al puerto de Acajutla, en Sonsonate, con más de 1,800 turistas a bordo, representa no solo un acontecimiento turístico, sino también un importante impulso económico para la zona occidental de El Salvador. Este tipo de operaciones forma parte de la estrategia nacional de fortalecimiento del turismo de cruceros, un segmento de alto valor agregado que genera encadenamientos productivos y promueve la internacionalización del país como destino seguro y competitivo.
Los visitantes, provenientes de diversas nacionalidades, realizarán recorridos por playas, montañas, sitios culturales y otros atractivos locales, lo que se traduce en consumo directo en servicios de transporte, gastronomía, artesanías, guías turísticos y comercios. Según cifras del Ministerio de Turismo, cada turista de crucero gasta en promedio entre $80 y $120 durante su estadía en territorio salvadoreño, por lo que este solo arribo podría generar un impacto económico estimado de más de $150,000 en un día.
Además del gasto directo, se activa una cadena de valor que beneficia a micro, pequeñas y medianas empresas locales, particularmente en los municipios de Sonsonate, Nahuilingo, Izalco y otros destinos cercanos. Este flujo de visitantes también contribuye a la promoción internacional del país, incrementando la posibilidad de futuras visitas por vía aérea o terrestre.

La División de Policía Turística (Politur) brindó seguridad y acompañamiento a los turistas desde su desembarco, garantizando una experiencia segura y confiable. Este componente de seguridad es clave para la consolidación del turismo como motor económico, ya que genera confianza en los operadores internacionales de cruceros y en los viajeros.
La llegada de cruceros como el Eurodam se alinea con los esfuerzos del Gobierno por posicionar a El Salvador como un hub turístico regional. El puerto de Acajutla ha sido modernizado para recibir embarcaciones de gran capacidad, mientras que los programas de capacitación turística fortalecen la calidad del servicio ofrecido a los visitantes.
Con este nuevo arribo, El Salvador continúa consolidándose como un destino emergente en la industria de cruceros, atrayendo inversión, generando empleo local y diversificando su matriz económica a través del turismo sostenible.

 
         
           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                          
