Napster, el nombre que revolucionó la industria musical en los años 2000 con el intercambio de archivos entre pares y que luego cayó en desgracia por problemas legales, está de regreso con una nueva identidad, propósito y dirección. La startup estadounidense Infinite Reality, con sede en Florida y una controvertida trayectoria en el mundo del metaverso, anunció el 15 de mayo a sus accionistas que cambiará su nombre a Napster Corporation, posicionándose como una compañía de “experiencias digitales impulsadas por inteligencia artificial”.
La decisión fue compartida durante una reunión privada vía Zoom con algunos de sus 1,500 accionistas, en la que también se revelaron los ambiciosos planes financieros y estratégicos de la empresa. Con esta transformación, Infinite Reality busca darle un giro radical a Napster, que fue adquirida por $207 millones en marzo, pese a que arrastraba más de $56 millones en regalías no pagadas y cuyo CEO, Jonathan Vlassopulos, renunció la semana pasada.
Aunque alguna vez Napster ocupó los primeros lugares entre las plataformas de música, actualmente su posicionamiento ha decaído, ocupando el puesto 39 entre las apps musicales, según Data.AI. Sin embargo, la marca conserva un fuerte peso simbólico en la cultura digital, lo que parece ser un componente clave en la estrategia de rebranding de Infinite Reality.
La compañía también anunció un nuevo plan para proporcionar liquidez a los inversores, permitiéndoles revender acciones a $20 cada una a partir de junio, gracias a un inversor anónimo. Esto implicaría una valuación de al menos $18,000 millones, una cifra sorprendente considerando que los ingresos de la empresa en 2023 fueron de apenas $75 millones. La valorización representa más de 240 veces sus ingresos anuales.

Esta no es la primera transformación que lidera John Acunto, CEO de Infinite Reality. Desde la adquisición de la extinta red social Tsu en 2019 —rebautizada luego como Display Social— hasta la integración de productoras como Thunder Studios y otras startups vinculadas al metaverso, Acunto ha ejecutado al menos nueve adquisiciones, todas respaldadas por operaciones con acciones que han inflado exponencialmente el valor reportado de la empresa.
No obstante, la trayectoria de Infinite Reality está marcada por promesas incumplidas. Desde 2022, ha ofrecido en al menos cuatro ocasiones a sus inversionistas la posibilidad de retirar sus fondos, sin que hasta ahora se materialice ninguna de esas salidas. Además, intentos fallidos por salir a bolsa —primero mediante una fusión inversa, luego por medio de una SPAC— han dejado un rastro de demandas y escepticismo. La empresa de cheques en blanco involucrada en el proceso ha demandado a Napster por una comisión de rescisión de $7 millones no pagada.
A pesar de ello, Acunto se ha mostrado entusiasta frente a los inversionistas, asegurando en una conferencia reciente que la empresa ha creado más de 600 millonarios entre sus accionistas. “Nuestro trabajo no es solo construir una gran empresa, sino generar valor para nuestros accionistas… y darles la oportunidad de extraer ese valor del mercado”, declaró.
Pero entre la comunidad inversora crece la incertidumbre. “Cuando me enteré de las transacciones en el mercado secundario, pensé: ‘Genial, la última de una serie de cosas que nunca se van a materializar’”, comentó un accionista y exempleado que ha visto cómo múltiples promesas de liquidez terminan en nada.
Con un nuevo nombre, ambiciosas metas en inteligencia artificial y el peso nostálgico de una marca legendaria, Napster intenta reinventarse una vez más. La gran pregunta ahora es si esta apuesta logrará dejar atrás la sombra de la especulación financiera y construir una propuesta tecnológica real y sostenible.