Un análisis reciente de la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA) destaca que Panamá ha superado a sus vecinos en inversión en infraestructura durante la última década, con una notable ventaja en la región. La comparativa se centra en los montos invertidos en infraestructura de transporte entre los años 2010 y 2019.
En 2010, Panamá destinó US$809 millones a la inversión pública en transporte, cifra que se incrementó a US$1.464 millones en 2019, representando un crecimiento del 80%. Este aumento significativo resalta el compromiso del país con el desarrollo de su infraestructura, crucial para su economía y competitividad.
Costa Rica se ubica en el segundo lugar, pasando de invertir US$345 millones en 2010 a US$860 millones en 2019, lo que supone un crecimiento del 149%. Aunque los montos de inversión en infraestructura han tendido a crecer en toda la región, Centroamérica enfrenta serios desafíos para satisfacer la creciente demanda de conectividad, un factor clave para la competitividad económica.
Según el estudio de SIECA, uno de los retos más urgentes es incrementar la velocidad del transporte terrestre, que actualmente tiene una velocidad promedio de 56,3 km/h. Este aspecto es vital para el transporte eficiente de mercancías y la mejora de la competitividad regional.
En 2024, la región está implementando nuevas inversiones para mejorar la infraestructura y reducir los tiempos de traslado. El Salvador y Honduras son ejemplos destacados de países que están ejecutando proyectos significativos en esta área. En 2019, la región en su conjunto destinó US$3.499 millones para fortalecer su infraestructura, con Centroamérica contando con 256,5 km de línea férrea en operación y 6.525 km de carreteras.
Estos datos subrayan la importancia de la inversión en infraestructura para el desarrollo económico de la región. La mejora de la conectividad y la velocidad del transporte terrestre son cruciales para sostener y aumentar la competitividad de Centroamérica en el mercado global.