El Gobierno de Panamá concederá un permiso temporal humanitario a 112 migrantes irregulares deportados por Estados Unidos en el marco de un acuerdo bilateral. Este permiso permitirá a los migrantes salir del albergue en el que se encuentran y gestionar su salida del país, ya sea por repatriación o aceptación en una tercera nación.
El ministro de Seguridad Pública, Frank Ábrego, informó este viernes que el permiso tendrá una duración inicial de 30 días, prorrogable hasta 90, y que las entrevistas para su otorgamiento comenzarán a más tardar el sábado. Además, los migrantes, que son nacionales de países extracontinentales, tendrán acceso a asistencia legal.

En febrero pasado, Panamá recibió a 299 migrantes irregulares enviados por EE.UU. bajo este acuerdo, que lo posiciona como «puente» para su repatriación. De ese grupo, 177 ya han retornado voluntariamente a sus países de origen y 10 están próximos a tomar su vuelo de regreso. Sin embargo, 112 migrantes han rechazado esta posibilidad argumentando ante la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) que regresar representa un riesgo para su seguridad, y tampoco han aceptado la posibilidad de trasladarse a un tercer país.
Estos migrantes se encuentran actualmente en el albergue migratorio de San Vicente, ubicado en la provincia de Darién, fronteriza con Colombia. Con el permiso temporal, podrán trasladarse a la capital panameña u otras ciudades para gestionar su salida voluntaria del país. “Ellos han expresado que desean manejar su situación por sus propios medios y no aceptar la asistencia de la OIM o la Acnur”, afirmó Ábrego.
En paralelo, la prensa local informó que Panamá fue demandada ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por supuestas violaciones a los derechos de las personas deportadas por EE.UU. en este contexto migratorio.