Pese a los indicios de deflación en alimentos y bebidas no alcohólicas, los salvadoreños enfrentaron un aumento en el costo de la canasta básica alimentaria (CBA) entre noviembre y diciembre de 2024, según informó la Oficina Nacional de Estadísticas y Censos (Onec).
En diciembre, el costo de la CBA urbana subió a $246.06, un incremento de $1.78 respecto a noviembre. Aun así, el precio fue $10.90 menor que el registrado en diciembre de 2023, reflejando una reducción interanual del 4.2 %. Por su parte, la CBA rural también presentó un alza mensual de $3.70, ubicándose en $178.99, aunque este valor fue $7.08 inferior al del mismo mes de 2023, con una caída interanual del 0.3 %.

Contraste con los datos de deflación
Estos incrementos contrastan con los datos optimistas reportados por el Banco Central de Reserva (BCR), que indicó una deflación interanual de -0.47 % en alimentos y bebidas no alcohólicas al cierre de diciembre. Según el BCR, esta disminución fue resultado de medidas gubernamentales para fomentar la competencia en los mercados y supervisar los precios.
Sin embargo, los salvadoreños tuvieron que afrontar un mayor gasto en diciembre, siendo este el mes con los precios más altos de la canasta básica en el último trimestre.
Cambios en las raciones alimenticias
De acuerdo con la Onec, en la zona urbana se registraron aumentos en los precios de las raciones de tortillas, arroz, grasas, frijoles y verduras como papa, cebolla, chile verde, tomate, güisquil y repollo. Por el contrario, se reportaron reducciones en pan francés, carnes, huevos, frutas y azúcar.
En el área rural, las raciones de tortillas, arroz, grasas y frijoles también experimentaron aumentos, mientras que hubo reducciones en carnes, huevos, frutas y azúcar. La leche fluida se mantuvo sin variaciones en ambas regiones durante el mismo periodo.
Factores metodológicos
El menor costo de la CBA rural en comparación con la urbana se explica por la metodología adoptada en 1983, que excluye ciertos alimentos como el pan francés y las verduras en áreas rurales, bajo el supuesto de que los hogares producen parte de sus alimentos. Mientras la canasta urbana incluye 22 productos, la rural se compone de 15. Ambas consideran un 10 % adicional por el costo de cocción.
El panorama muestra que, aunque las cifras de deflación son un indicativo positivo en el largo plazo, el impacto en el bolsillo de los salvadoreños sigue siendo evidente, especialmente por las alzas en productos esenciales.