El Salvador tiene nueve emisiones de bonos en el mercado, que crecieron más de un 1.9 %.
La mejora en la calificación soberana asignada por la agencia S&P Global Ratings favoreció los títulos de deuda salvadoreña en el mercado internacional en la jornada de este miércoles, con un repunte de hasta 2% en su precio de cotización
La agencia especializada en finanzas Bloomberg señaló que El Salvador estaba entre los “mayores ganadores” en los mercados emergentes de acuerdo con los precios indicativos registrados en las primeras horas de la jornada bursátil.
Los datos recopilados por la Bolsa de Valores de El Salvador (BVES) señalan que el precio de los títulos con vencimiento en 2025 aumentó un 1.9%, al pasar del $85.44 registrado el martes 7 de noviembre a $86.52 al cierre de la jornada de este miércoles.
Similar dinámica experimentó la nota con vencimiento para 2027, que pasó de $85.44 a $86.52 en los últimos dos días y significó un aumento de un 1.2 %. Igualmente, para los bonos de 2032, con un crecimiento de un 1.9% al pasar de una cotización de $82.4 a $84.06.
Durante la segunda mitad de 2022, el perfil crediticio de El Salvador se deterioró por el temor de que el Gobierno no pudiera con el vencimiento de los bonos en enero de 2023. Después de dos operaciones de recompra y cumplir con la obligación, el mercado comenzó a mejorar la perspectiva de la economía.
De esa manera, el precio de las notas para 2025 se han recuperado un 48%, los títulos para 2027 un 93 %, así como la emisión de 2023 ha repuntado un 89%.
El mercado internacional reaccionó con beneplácito a la mejora en la calificación asignada por S&P, que subió la nota de ‘CCC+’ a ‘B-’, al considerar que el acuerdo con la banca privada para cambiar los vencimientos de la deuda de corto plazo reduce los niveles de exposición del Gobierno a un incumplimiento de las obligaciones para los próximos dos años.
“Creo que es muy bueno para el país que S&P haya subido la calificación”, dijo este miércoles Mauricio Choussy, analista económico y expresidente del Banco Central de Reserva (BCR), durante la entrevista de Frente a Frente.
Choussy, que durante 12 años trabajó como calificador de riesgo, considera que en el horizonte hay advertencias que pueden afectar el perfil de El Salvador, como un repunte en el déficit fiscal durante las elecciones, ajustes en las tasas de interés de la Reserva Federal (Fed) o bajo crecimiento económico mundial.
El Ministerio de Hacienda inició en octubre un plan de reperfilamiento de $1,400 millones de los $2,800 millones en títulos en poder de la banca privada. El cambio sustancial es que los vencimientos pasarán de un año a estructuras que van de uno a siete años, a cambio el Gobierno elevó las tasas de interés de 8.25 % a 9.75 %.
Con el plan, las necesidades de financiamiento en la deuda de corto plazo se reducirán a entre $1,700 y $2,000 millones anuales, según cálculos de S&P.
La agencia advirtió, sin embargo, que las finanzas salvadoreñas siguen siendo frágiles por la alta carga de la deuda pública y los intereses, además de las “vulnerabilidades estructurales a largo plazo”.
El Indicador de Bonos Emergentes (EMBI) de El Salvador se ubicó en 6.84 puntos este 7 de noviembre, muy cerca de los valores que se tenían a mediados de 2021.
El dato
S&P tiene una calificación para El Salvador en ‘B-’, mientras que la agencia Moody’s Investors Rating califica a la deuda salvadoreña en ‘Caa3’ y Fitch Ratings asigna ‘CCC+’.