El gigante automovilístico japonés Toyota tiene previsto abrir este año las puertas de Woven City, un asentamiento futurista y laboratorio viviente al pie del emblemático monte Fuji.
Toyota planea trasladar a los primeros 100 residentes, principalmente empleados y sus familias, a la ciudad experimental a finales de este año y ampliar gradualmente su población hasta unos 2,000 habitantes en las fases iniciales del proyecto, según informó la empresa el 6 de enero.
«Este año, los residentes empezarán a mudarse a medida que vayamos dando vida a Woven City», declaró Akio Toyoda, presidente de Toyota, en la feria tecnológica CES de Las Vegas. «Nuestro objetivo es acelerar el ritmo al que se pueden probar y desarrollar nuevas tecnologías en Woven City».
Toyoda presentó sus planes para el llamado «laboratorio viviente» hace cinco años, afirmando que sería una ciudad totalmente sostenible y un escaparate en el mundo real de la inteligencia artificial, la robótica avanzada, los coches autoconducidos y los hogares inteligentes.
Sin embargo, según Bloomberg, Woven City no estará abierta al público en general hasta dentro de al menos dos años y es posible que nunca sea rentable.
“¿Toyoda ganará dinero con Woven City? Puede que no. Como ciudadanos del mundo, creo que Toyota tiene la responsabilidad de invertir en nuestro futuro colectivo.”
El CEO de Woven, Hajime Kumabe, rebatió los comentarios de Toyoda, afirmando que quiere que el proyecto sea rentable. Añadió que podría ser difícil de cuantificar, ya que sus innovaciones se mezclarán con la producción de automóviles de Toyota.
Por su parte, el director financiero de Woven, Kenta Kon, no especificó cuánto se está gastando en la construcción de la ciudad futurista, aparte de decir a los periodistas que es una «gran inversión». La fase 1 de la construcción finalizó en octubre de 2024.
Una parte clave de las iniciativas de Woven más amplias de la firma es una nueva plataforma de software y sistema operativo de vehículos que se llama Arene.
El software está diseñado para acelerar el desarrollo de automóviles y reducir costes. Toyota planea desplegar el sistema este año y convertirlo en un componente básico de su próxima generación de vehículos eléctricos a partir de 2026.