La comunidad salvadoreña en el exterior continúa consolidándose como un actor clave en el desarrollo económico de El Salvador, no solo a través de remesas, sino también mediante inversiones directas en sectores estratégicos. En el último año, sus aportes alcanzaron los $5.1 millones, cifra superior en un 34.2 % respecto al período anterior, según la memoria de labores del Ministerio de Relaciones Exteriores.
De acuerdo con el informe, que cubre de junio 2024 a mayo 2025, los capitales de la diáspora se destinaron principalmente a proyectos turísticos, bienes raíces y agronegocios. Entre las iniciativas destacan el hotel de montaña Chalatenango Country Club & Resort y la zona franca TUNAN TAL, desarrollada por un grupo de salvadoreños radicados en Nicaragua.
La Cancillería subrayó que estas inversiones no solo representan un flujo de capital hacia el país, sino que también generan empleos para mano de obra calificada, fortaleciendo sectores con potencial de crecimiento.
El informe también refleja la tendencia positiva de los últimos años. En el período anterior (junio 2023-mayo 2024), las inversiones de la diáspora sumaron $3.8 millones, distribuidos en la creación de siete empresas. Esto confirma un dinamismo creciente en la participación económica de los connacionales en el extranjero.
Estrategia de atracción de capital
La diplomacia económica ha jugado un rol central en este incremento. Cancillería, junto con la Agencia de Promoción de Inversiones y Exportaciones (Invest), organizó foros en Canadá y Estados Unidos para captar el interés de empresarios de la diáspora. Asimismo, se gestionaron misiones empresariales con salvadoreños residentes en países como Argentina, Suiza, Emiratos Árabes Unidos, Australia, Suecia y Costa Rica.
El Gobierno reporta haber identificado 650 emprendedores salvadoreños en distintos países, quienes representan un potencial significativo para futuras inversiones. Además, a través de ferias y eventos de negocios, se promovieron 147 iniciativas que generaron ventas por $32,219.56 en el último año.
La vinculación con la diáspora también derivó en resultados dentro del territorio nacional. Según el documento, 52 misiones empresariales fueron atendidas en El Salvador, con un impacto directo en inversión de $9.8 millones en sectores como manufactura, alimentos, bebidas, turismo e industria automotriz.
El fortalecimiento del capital proveniente de los salvadoreños en el extranjero refleja una tendencia que va más allá del envío de remesas, y que perfila a la diáspora como un socio estratégico para la diversificación de la economía salvadoreña.