Costa Rica sigue siendo un destino atractivo para la Inversión Extranjera Directa (IED), aunque enfrenta desafíos significativos para impulsar el desarrollo de start-ups locales, según especialistas de la firma Baker Tilly Costa Rica.
Alberto Porras, socio director, y Aaron Chaves, asesor financiero de Baker Tilly Costa Rica, destacan que, aunque el país continúa captando inversiones extranjeras directas, es necesario fortalecer paralelamente el ecosistema para el crecimiento de nuevas empresas nacionales. Porras señala que diversos factores continúan posicionando al país como un imán para la IED.
Obstáculos
Aaron Chaves resalta que, aunque el país es atractivo para la IED, las start-ups locales enfrentan obstáculos significativos. Las empresas tecnológicas y de servicios médicos nacionales encuentran barreras y restricciones gubernamentales que dificultan su desarrollo. Según el ranking de Doing Business, iniciar un negocio desde cero en Costa Rica puede ser complejo. Chaves subraya la necesidad de simplificar aspectos para promover el nacimiento y crecimiento de start-ups, lo que beneficiaría directamente al sector empresarial y económico del país.
Chaves menciona que algunos puntos de mejora incluyen la educación y capacitación, así como la reducción de la burocracia. Además, es crucial globalizar la innovación de las start-ups costarricenses. Para ello, se deben aprovechar plataformas disponibles y trabajar en cuatro componentes principales: educación, leyes, burocracia, y estimular la inversión en estas empresas.
Recomendaciones
Para seguir atrayendo IED y fomentar el desarrollo de start-ups, Porras y Chaves ofrecieron varias recomendaciones:
- Mejorar la infraestructura y la educación: Invertir en infraestructura y una educación orientada hacia la tecnología y el emprendimiento.
- Reducir la burocracia: Simplificar los trámites administrativos para la creación y operación de empresas.
- Flexibilizar leyes y regulaciones: Adaptar el marco legal para estimular la inversión y el crecimiento de nuevas empresas.
- Fomentar la innovación: Crear programas de apoyo e incubadoras para start-ups, facilitando el acceso a financiamiento y recursos.
- Retener talento: Implementar políticas y beneficios que atraigan y retengan personal calificado en el país.
«Con las estrategias adecuadas, Costa Rica puede equilibrar ambos ecosistemas, impulsando un crecimiento económico sostenible y robusto», concluyó Porras.