Por: Emilio Flores, periodista Comercio y Negocios
La reciente reforma al Código de Trabajo aprobada por la Asamblea Legislativa de El Salvador ha generado un nuevo escenario para los trabajadores del sector público y privado. A partir de este 2025, las empresas podrán adelantar el pago del aguinaldo desde el 20 de octubre, en lugar de entregarlo únicamente entre el 12 y el 20 de diciembre, como ha sido tradicionalmente.
Esta medida busca brindar mayor flexibilidad a empleadores y empleados, permitir una mejor planificación financiera y ayudar a enfrentar el incremento de gastos de fin de año. Sin embargo, expertos advierten que recibir el aguinaldo antes también supone un reto: administrarlo adecuadamente para que no se agote antes de diciembre.

El aguinaldo es un derecho laboral y una herramienta clave para el bienestar económico de los trabajadores. Por ello, cuidar este ingreso requiere organización y una visión estratégica. Uno de los primeros pasos es destinar una parte al ahorro. Aunque sea una cantidad pequeña, reservar entre el 20 % y el 30 % del aguinaldo puede servir como fondo de emergencia o capital para metas futuras, como educación, salud o emprendimientos.
Otro consejo importante es priorizar el pago de deudas. Utilizar el aguinaldo para saldar obligaciones con altas tasas de interés permite iniciar el próximo año con mayor estabilidad financiera. Además, se recomienda evitar compras impulsivas. Con el adelanto del pago, muchos comercios podrían adelantar promociones para motivar el gasto, por lo que es clave elaborar un presupuesto claro que incluya gastos esenciales de fin de año, regalos y celebraciones.
Invertir una parte del aguinaldo también puede ser una decisión inteligente. Actualmente, existen cuentas de ahorro programado, fondos de inversión y herramientas financieras accesibles que generan rendimientos sin requerir grandes montos iniciales.
Finalmente, es necesario recordar que el adelanto del aguinaldo no significa un ingreso adicional, sino simplemente un cambio de fecha. Administrarlo con disciplina marcará la diferencia entre disfrutarlo responsablemente o enfrentarse a dificultades económicas en diciembre. La reforma abre una oportunidad, pero también exige conciencia financiera por parte de los trabajadores salvadoreños.

 
         
           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                          
