Airbnb, en colaboración con el Parque Arqueológico del Coliseo, ha lanzado una exclusiva experiencia nocturna que permite a un reducido grupo de visitantes explorar las entrañas de uno de los monumentos más icónicos de Roma después del anochecer. Esta iniciativa, diseñada para celebrar el próximo estreno de “Gladiator 2”, promete brindar una experiencia inolvidable en un escenario cargado de historia.
La actividad incluye un recorrido guiado por áreas restringidas del Coliseo, como las galerías subterráneas donde los gladiadores y animales esperaban antes de salir a la arena. Los participantes tendrán la oportunidad de sumergirse en la atmósfera del antiguo Imperio Romano con una perspectiva íntima y única, lejos de las multitudes habituales que visitan el lugar durante el día.
Opiniones divididas
Si bien la propuesta ha captado la atención de turistas y amantes de la historia, también ha generado controversia entre residentes y funcionarios locales. Algunos consideran que se trata de una estrategia comercial que podría trivializar el valor histórico del monumento, mientras que otros destacan la oportunidad de ofrecer una nueva forma de conexión con el patrimonio cultural.
Giovanni Rosso, arqueólogo italiano, expresó su preocupación: “El Coliseo no es un escenario, es un sitio histórico que merece respeto. Estas experiencias pueden restar seriedad a su significado.” Por otro lado, voces del sector turístico como Chiara Di Marco consideran que iniciativas como esta ayudan a financiar la preservación del lugar y a acercar la historia a nuevas generaciones.
Exclusividad y detalles
El acceso a esta experiencia será limitado y se podrá reservar a través de la plataforma de Airbnb en fechas específicas. Además, los organizadores han asegurado que todas las medidas de preservación estarán garantizadas durante las visitas.
Este tipo de colaboraciones entre plataformas privadas y patrimonios culturales han ganado popularidad en los últimos años, destacando por combinar entretenimiento, turismo y conservación. Sin embargo, la pregunta persiste: ¿dónde debe trazarse la línea entre el acceso cultural y la comercialización de la historia?
Mientras tanto, los primeros afortunados en participar tendrán la oportunidad de vivir el Coliseo como nunca antes, al tiempo que Roma se debate entre tradición e innovación.