AstraZeneca, líder en innovación biofarmacéutica, llevó a cabo en El Salvador un conversatorio especializado para presentar los últimos avances en oncología, con un enfoque particular en el tratamiento del cáncer de pulmón. Durante el evento, la compañía destacó nuevas indicaciones del fármaco Tagrisso (osimertinib), diseñado para mejorar la calidad de vida de miles de pacientes que enfrentan esta enfermedad.

La Dra. Ivette Rodríguez, especialista internacional en oncología, expuso la alarmante prevalencia del cáncer de pulmón, una de las principales causas de muerte en el mundo. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta enfermedad es responsable de aproximadamente 1.8 millones de fallecimientos anuales, representando el 18% de todas las muertes por cáncer. En El Salvador, según datos del Ministerio de Salud Pública, el cáncer de pulmón ocupa la segunda posición en mortalidad por enfermedades oncológicas, solo superado por el cáncer cervicouterino.
Tagrisso ha demostrado avances significativos en el tratamiento del cáncer de pulmón no microcítico (CPNM) con mutaciones en el gen EGFR. La biofarmacéutica resaltó la reciente aprobación de su uso combinado con quimioterapia basada en platino como tratamiento de primera línea para pacientes con cáncer de pulmón no microcítico localmente avanzado o metastásico con mutaciones en el receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFRm). Esta aprobación se basa en los resultados del ensayo clínico FLAURA2, que evidenció una reducción del 38% en el riesgo de progresión de la enfermedad o muerte en comparación con terapias previas.

Además, el estudio reflejó una mejora significativa en la mediana de la supervivencia libre de progresión, alcanzando los 25.5 meses, un avance de 8.8 meses respecto a tratamientos anteriores. Estos resultados marcan un hito en la lucha contra el cáncer de pulmón y refuerzan la importancia de la innovación médica en la mejora de los tratamientos oncológicos.
El evento reafirmó el compromiso de AstraZeneca con la investigación y el desarrollo de terapias de vanguardia que contribuyan a transformar la atención médica y el acceso a tratamientos efectivos. La inversión en innovación farmacéutica no solo mejora la calidad de vida de los pacientes, sino que también impulsa el crecimiento del sector salud, promoviendo avances científicos y tecnológicos que fortalecen la atención médica en la región.

Con este tipo de iniciativas, se evidencia el papel fundamental que desempeñan las compañías biofarmacéuticas en la evolución del tratamiento del cáncer, ofreciendo nuevas esperanzas a los pacientes y consolidando un enfoque integral para combatir una de las enfermedades más desafiantes de la actualidad.