La asamblea de gobernadores, máxima autoridad del banco e integrada por los ministros de Hacienda y otras autoridades económicas, se reúne a las 08H00 hora de Washington (13H00 GMT) a puerta cerrada en una sesión híbrida que requiere quórum. Hay cinco candidatos para el codiciado puesto, todos ellos con experiencia internacional.
Se trata del brasileño Ilan Goldfajn, jefe del departamento para América Latina del Fondo Monetario Internacional (FMI); el mexicano Gerardo Esquivel, subgobernador del banco central de su país; el chileno Nicolás Eyzaguirre, exministro de Hacienda y de Educación; la argentina Cecilia Todesca Bocco, secretaria de Relaciones Económicas Internacionales de la cancillería; y el trinitense Gerard Johnson, exfuncionario del BID.
Fuentes diplomáticas argentinas y mexicanas afirmaron esta semana a la AFP que «se buscará un consenso» para presidir la principal fuente de financiación para el desarrollo de la región.
Para ser elegido, el candidato debe de contar con el respaldo de al menos 15 de los 28 Estados americanos (26 de América Latina y el Caribe junto con Canadá y Estados Unidos) y con la mayoría absoluta de los votos de los 48 países miembros. El poder de voto de cada país varía en función del número de acciones.
Los tres principales accionistas del banco son Estados Unidos, Argentina y Brasil, que poseen juntos casi el 53%, seguidos de México con el 7,2%.
Washington tiene el 30%, lo que convierte al gobierno de Joe Biden en una de las llaves maestras de la elección, como en la destitución del último presidente del banco, el estadounidense Mauricio Claver-Carone, por quebrantar las normas favoreciendo a una empleada con la que mantenía una relación sentimental.
Su mandato estuvo envuelto de polémica y tensión con algunos gobernadores y empleados, un clima enrarecido que los aspirantes a reemplazarlo quieren solventar «con diálogo», una palabra que repitieron como un mantra durante los últimos días.