El costo de la canasta básica alimentaria rural en El Salvador registró un aumento durante septiembre, alcanzando los $190.94, lo que representa un incremento de $1.53 con respecto al mes anterior, cuando el valor se ubicaba en $189.40, según reporta la Oficina Nacional de Estadística y Censos (ONEC). Este ajuste en los precios se debe, principalmente, al alza en el costo de las tortillas, un alimento esencial en la dieta de la población rural salvadoreña.
De acuerdo con las estadísticas de la ONEC, la ración diaria de tortillas experimentó un incremento del 0.84 % en septiembre. En contraste, algunos productos de la canasta mostraron variaciones a la baja: las frutas cayeron 2.3 % y los huevos 0.6 %. Otros alimentos fundamentales, como carnes, frijoles, grasas y leche fluida, mantuvieron sus precios estables, lo que contribuyó a moderar el impacto del aumento en el valor global de la canasta.
El incremento en el precio de las tortillas responde a factores de oferta y demanda, incluyendo el costo de los insumos agrícolas, como el maíz, y la dinámica de los productores locales. Analistas señalan que, si bien el aumento mensual es relativamente moderado, refleja la sensibilidad de la canasta básica frente a fluctuaciones en alimentos de consumo diario, que tienen un impacto directo en los hogares de menores ingresos.
Desde una perspectiva económica, el alza en la canasta básica rural implica presiones sobre el poder adquisitivo de las familias, especialmente en zonas donde los salarios son bajos y la dependencia de productos esenciales es alta. Este escenario refuerza la necesidad de estrategias que promuevan la estabilidad de precios, el fortalecimiento de la producción local y la diversificación de la dieta, para reducir la vulnerabilidad de los hogares ante incrementos en alimentos clave.
En términos históricos, el comportamiento del costo de la canasta básica rural refleja tanto la inflación alimentaria como la dinámica de los mercados internos, y constituye un indicador clave para evaluar la capacidad de compra y bienestar económico de la población rural. Las autoridades y expertos coinciden en que mantener un equilibrio entre producción y precios será fundamental para garantizar la seguridad alimentaria y la sostenibilidad económica de los hogares salvadoreños.

 
         
           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                          
