El cambio climático es una realidad innegable, con signos evidentes que se han intensificado en los últimos años, como el aumento del ciclo de sequías y las temperaturas extremas. Este consenso científico ha llevado a los negacionistas del cambio climático a replantear sus argumentos, buscando nuevas formas de promover su postura.
Un estudio realizado por The new climate denial del Center for Countering Digital Hate analizó más de 12,000 videos de los últimos seis años de 96 canales de YouTube, con un total de 325 millones de visualizaciones. Los resultados revelaron un cambio significativo en los argumentos utilizados por los negacionistas del cambio climático. Mientras que antes se enfocaban en negar la existencia del calentamiento global y la influencia humana en él, ahora se centran en afirmar que los impactos del calentamiento global son beneficiosos e inofensivos, que las soluciones propuestas no funcionarán y que la ciencia del clima no es fiable.
Este cambio de estrategia busca crear una sensación de equivalencia entre visiones opuestas sobre el cambio climático, dificultando el consenso y frenando la adopción de medidas para hacer frente al calentamiento global. Además, pretende socavar a los partidos políticos, especialmente a los de izquierda, que lideran las políticas progresistas sobre el cambio climático.
El impacto de estos nuevos argumentos en las redes sociales, especialmente en YouTube, es considerable. Al crear una sensación de equilibrio entre visiones opuestas, se perpetúa la duda y se dificulta la toma de decisiones informadas sobre el cambio climático.
A pesar de los esfuerzos por combatir la desinformación en línea, las plataformas como YouTube no han tomado medidas efectivas para moderar este tipo de contenido. Esto se debe en parte a los intereses económicos involucrados, ya que YouTube gana millones de dólares al año con anuncios en canales que difunden negacionismo climático.
En este contexto, es crucial que las plataformas actualicen sus políticas para abordar las narrativas de negación del cambio climático, moderen los contenidos y eviten que los creadores de contenido obtengan ganancias de videos que promuevan la desinformación. Además, se necesita una mayor educación del público para discernir entre información veraz y desinformación en línea.