El Censo de Población 2024 confirma un acelerado envejecimiento en El Salvador, con un aumento del 63 % en la población mayor de 50 años, mientras que el grupo menor de 19 años se redujo en un 31 % desde el último censo en 2007. Estos datos marcan una transición significativa en la pirámide poblacional, sugiriendo que el país está pasando del llamado bono demográfico hacia un proceso de envejecimiento.
Este es el séptimo censo en El Salvador desde el primero en 1930, cuando la población era de 1.4 millones. Actualmente, el país cuenta con 6.02 millones de habitantes, cuatro veces más en casi un siglo. Según el Banco Central de Reserva (BCR), hay 49 personas mayores de 65 años por cada 100 menores de 14, reflejando una creciente demanda de servicios de salud y cuidados para adultos mayores.

Envejecimiento de la población
La población mayor de 50 años ahora alcanza 1,539,287 personas, un incremento de 598,287 respecto a 2007. El grupo que más creció es el de 90 a 94 años, con un alza del 107.7 %, seguido por el grupo mayor de 95 años, que aumentó un 83.3 %. También creció un 70.2 % el segmento de 80 a 84 años y un 62.3 % el grupo de 85 a 89 años.
Disminución de jóvenes
La población de 0 a 19 años ha disminuido considerablemente, con 1,748,422 personas en 2024 frente a los 2,547,532 en 2007, una caída del 31.3 %. Los niños entre 4 y 10 años registran la mayor reducción, con un 34 %, seguidos de los de 11 a 14 años con una baja de 32.9 %. Este fenómeno sugiere una disminución en el reemplazo generacional, un factor clave en la economía y el mercado laboral.
Implicaciones económicas y sociales
La población en edad productiva, de 20 a 49 años, ha crecido un 21.5 % en 17 años, alcanzando 2,742,267 personas en 2024. Sin embargo, este aumento no es suficiente para contrarrestar la tendencia de envejecimiento, lo que plantea retos para el sistema de pensiones y los servicios de salud. Con una proporción cada vez mayor de adultos mayores, El Salvador deberá adaptarse para atender las necesidades de una población que envejece y mantener una economía activa con una base más reducida de jóvenes.
Estos datos del censo resaltan la urgencia de políticas enfocadas en el cuidado de la salud, el bienestar social y el fomento de una economía inclusiva, capaces de atender los desafíos de una sociedad en transformación demográfica.