Suecia, conocida por su paisaje natural y su vibrante vida urbana, está apostando por una nueva tendencia en el turismo: el turismo del sueño. En un mundo marcado por la conectividad constante y la ansiedad, donde el descanso parece ser un lujo escaso, este concepto promueve experiencias de viaje pensadas para recuperar el descanso profundo, alejado de las distracciones cotidianas.

La travesía comienza en el archipiélago sueco oriental, mientras un transbordador atraviesa las heladas aguas del Báltico, rodeado por las diminutas islas de Skarpö, Hjälmö y Gällnö. En Svartsö, una de las pocas islas abiertas en invierno, el paisaje es deslumbrante y la tranquilidad absoluta. Este aislamiento es clave en el concepto del turismo del sueño, donde la naturaleza se convierte en el entorno perfecto para desconectar y restablecer los ritmos naturales del cuerpo.
Al llegar al Skärgårdshotell, el alojamiento elegido, la cabaña es minimalista, sin televisión ni otros dispositivos que puedan interrumpir la calma. Solo se escucha el crujir de la nieve bajo los pies y el silencio del bosque. Esta serenidad es el lujo, y la simplicidad, la protagonista.

El turismo del sueño en Suecia no se trata de resorts exclusivos ni de tratamientos de spa. Se trata de retirarse a la naturaleza, experimentar la oscuridad de la noche, respirar aire fresco y recuperar la conexión con los ritmos circadianos. Según Christian Benedict, investigador del sueño en la Universidad de Uppsala, “la abundancia de naturaleza accesible combinada con noches oscuras y temperaturas frescas hacen de Suecia un lugar ideal para esta nueva forma de viajar”.
Para los viajeros que sufren de insomnio o simplemente desean descansar de la sobrecarga digital, esta tendencia ofrece un respiro necesario. Estocolmo, una ciudad bulliciosa durante el verano, se convierte en un refugio de calma en invierno, invitando a quienes buscan escapar del ajetreo urbano a dormir profundamente en cabañas apartadas del mundo exterior.
Además, Suecia ofrece una experiencia única en su tipo, especialmente en regiones como el Círculo Polar Ártico, donde la noche polar es eterna, pero no impide a los locales y turistas explorar el paisaje cubierto de nieve con linternas frontales. El turismo del sueño también incluye actividades como caminatas por senderos nevados, momentos de reflexión junto al fuego y sesiones relajantes en saunas, que refuerzan la idea de descanso total.

Este tipo de turismo está tomando relevancia como un refugio para aquellos que buscan desconectar del estrés y la sobrecarga digital, una práctica que, según expertos, tiene efectos positivos en la salud mental y física, ayudando a mejorar la calidad del sueño y reduciendo los niveles de ansiedad.
Así, Suecia se presenta como un destino ideal para quienes buscan descansar verdaderamente, abrazar el silencio y recuperar la paz en un mundo cada vez más ruidoso.