La agencia calificadora Fitch Ratings advirtió que, aunque el presupuesto general de la nación para 2025 refleja un compromiso con la «consolidación fiscal», el regreso de El Salvador al mercado de capitales sigue siendo incierto y persisten riesgos en la ejecución de las medidas propuestas.
El Ministerio de Hacienda presentó el 30 de septiembre un anteproyecto presupuestario de $9,663 millones, sin incluir deuda para cubrir el gasto corriente. Este compromiso busca financiar obligaciones derivadas de la deuda, adquisiciones y remuneraciones únicamente con los ingresos gubernamentales.
En su análisis, Fitch señaló que el presupuesto está diseñado para reducir los riesgos de sostenibilidad de la deuda pública y cerrar la brecha de financiamiento, característica en ejercicios anteriores. Sin embargo, la agencia advirtió que aún queda por ver si estas medidas ayudarán a asegurar financiamiento externo adicional, tanto del sector privado como de organismos multilaterales.

Déficit fiscal y consolidación
Para 2025, Fitch estima que el déficit fiscal de El Salvador disminuirá del 3.9 % del producto interno bruto (PIB) en 2024 al 3.1 % en 2025, incorporando las obligaciones del sistema de pensiones. Esta consolidación se basará en importantes reducciones de gasto, incluyendo el congelamiento del escalafón para trabajadores de salud y educación, eliminación de vacantes, y recortes en bienes y servicios.
No obstante, la calificadora advierte que el país enfrenta altos costos de endeudamiento, lo que podría complicar la implementación efectiva del presupuesto. En abril de 2024, El Salvador regresó al mercado de capitales tras cuatro años con una emisión de bonos de $1,000 millones, pero a una tasa de interés del 12 %, la más alta registrada para el país.
Riesgos de ejecución
Fitch también expresó preocupación sobre los riesgos de ejecución de las ambiciosas medidas fiscales. Si bien el partido oficialista Nuevas Ideas cuenta con mayoría en la Asamblea Legislativa, lo que podría facilitar la aprobación de estas medidas, la agencia advirtió que el presidente Nayib Bukele podría enfrentarse a señales de descontento popular si los ajustes económicos generan tensiones sociales.
La agencia prevé que la deuda de El Salvador se estabilice alrededor del 85 % del PIB, pero los altos costos de financiamiento y el crecimiento moderado siguen siendo factores que pesan sobre la economía del país.
A pesar del anuncio de un acuerdo preliminar con el Fondo Monetario Internacional (FMI), Fitch mantiene la calificación de El Salvador en ‘CCC+’, destacando el elevado nivel de endeudamiento y el reciente historial de incumplimiento de obligaciones, como el canje de deuda de pensiones en abril de 2023.
Si el gobierno salvadoreño logra implementar exitosamente su estrategia de consolidación fiscal, podría mejorar la confianza de los inversionistas y abrir nuevas oportunidades en el mercado de bonos. Sin embargo, los desafíos para alcanzar este objetivo continúan siendo significativos.