El cofundador de Google, Sergey Brin, ha instado a los ingenieros de la compañía a trabajar 60 horas semanales y regresar a la oficina cinco días a la semana con el objetivo de acelerar el desarrollo de la inteligencia artificial (IA). En un memorándum revelado por The New York Times, Brin argumentó que esta medida es clave para que Google recupere terreno en la competencia tecnológica, tras quedar rezagada frente a otras empresas del sector.
Brin, quien dejó su puesto operativo en la empresa en 2019 pero aún mantiene participación accionaria en Alphabet (matriz de Google), destacó que la compañía se encuentra en una fase decisiva en la carrera por desarrollar una inteligencia artificial avanzada. «La competencia se ha acelerado enormemente y la carrera final hacia la IA está en marcha», escribió en el mensaje dirigido a los ingenieros que trabajan en Gemini, la división de IA de Google.
La presión sobre los empleados de Google ha aumentado en los últimos meses, en un contexto donde otras empresas tecnológicas, como OpenAI y Microsoft, han logrado avances significativos en el desarrollo de modelos de inteligencia artificial. En contraste, Google ha enfrentado críticas por no mantener su liderazgo en este campo, a pesar de su larga trayectoria en innovación.
Este llamado de Brin se suma a una tendencia en Silicon Valley donde figuras como Elon Musk también han defendido jornadas laborales extenuantes. Musk ha llegado a afirmar que algunos de sus empleados trabajan hasta 120 horas semanales en proyectos relacionados con inteligencia artificial.
Sin embargo, la postura de Brin ha generado controversia, ya que Google ha sido objeto de críticas en los últimos años por sus políticas laborales. La compañía, que alguna vez fue vista como el empleador ideal para ingenieros y desarrolladores, ha enfrentado descontento entre sus empleados, especialmente tras despidos masivos y cambios en su cultura corporativa.
A medida que la carrera por la inteligencia artificial se intensifica, queda por ver si la estrategia de Brin logrará posicionar a Google a la vanguardia de esta tecnología o si generará aún más tensiones dentro de la empresa.