El impacto devastador de las intensas lluvias en El Salvador desde el 14 de junio ha desencadenado una grave emergencia nacional. FUSAL se ha unido al Equipo Humanitario de País en estrecha colaboración con las autoridades locales para enfrentar esta crisis. Desde la declaración de Emergencia Nacional el 16 de junio, los efectos han sido desgarradores: 12 personas han perdido la vida, 11 resultaron heridas y más de 2,000 se encuentran en albergues.
La acumulación récord de agua ha causado pérdidas significativas en medios de vida y bienes personales, complicando el acceso a salud y alimentos para muchas familias. La contaminación de fuentes de agua dulce agrava aún más la situación, con escombros y lodo que dificultan el acceso a agua potable. Departamentos como Usulután, Ahuachapán, La Libertad, San Salvador y Sonsonate continúan enfrentando serios desafíos incluso después de que el temporal ha pasado.
Hoy, FUSAL entregó al Instituto Crecer Juntos un donativo crucial: 200 kits de higiene, 200 kits de pañales desechables y frazadas. Estos recursos están destinados a familias con niños pequeños alojadas en San Marcos, Panchimalco y La Libertad, gracias a la colaboración con la Agencia de Cooperación para El Salvador (ESCO) y el Equipo Humanitario de País. Los donativos provienen de Food for the Poor, en asociación con la Salvadoran American Humanitarian Foundation (SAHF).
Karla Segovia, Directora Ejecutiva de FUSAL, destacó el compromiso continuo de la organización: “Estamos monitoreando de cerca las comunidades de Usulután y Ahuachapán, evaluando sus necesidades urgentes en alimentos, medios de vida y asistencia humanitaria. Nuestro equipo multidisciplinario, aliados locales y voluntarios comunitarios están trabajando incansablemente para ofrecer apoyo efectivo en esta crisis”.
Este esfuerzo conjunto subraya la solidaridad tanto internacional como local en tiempos difíciles, demostrando cómo la colaboración puede marcar la diferencia en la recuperación de las comunidades afectadas.