La proyección del Fondo Monetario Internacional (FMI) que sitúa el crecimiento económico de El Salvador en un 4 % al cierre de 2025 ha sido recibida con una lectura positiva por parte del sector productivo, particularmente por la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), que considera este dato como un indicador de mayor confianza y estabilidad para la economía nacional.
De acuerdo con la gremial, esta estimación del organismo multilateral fortalece la percepción de El Salvador ante los mercados internacionales, al reflejar avances en estabilidad macroeconómica, previsibilidad fiscal y condiciones más favorables para el desarrollo de inversiones productivas, especialmente en el ámbito industrial.
La ASI subrayó que un crecimiento de esta magnitud no solo consolida el desempeño económico del presente año, sino que también sienta bases sólidas para la planificación empresarial de mediano plazo. En ese contexto, el sector industrial prevé un escenario que facilita la continuidad y expansión de proyectos productivos, la atracción de capital nacional y extranjero, así como el fortalecimiento del empleo formal y las exportaciones.

“El desempeño de la industria durante 2025 muestra una recuperación sostenida de la actividad productiva, lo que confirma su rol estratégico como motor del crecimiento económico, la generación de valor agregado y la articulación de encadenamientos productivos”, afirmó Jorge Arriaza, presidente de la Asociación Salvadoreña de Industriales.
La gremial también destacó los esfuerzos del Gobierno de El Salvador para preservar la estabilidad macroeconómica y cumplir los compromisos asumidos con el FMI, elementos que —según señaló— contribuyen a fortalecer la confianza de los agentes económicos y de la comunidad financiera internacional.
En este contexto, la Asociación Salvadoreña de Industriales reiteró su compromiso de impulsar la inversión productiva, la innovación y la generación de empleo de calidad, así como de ampliar la oferta exportable, como parte de su aporte al crecimiento sostenible y a la competitividad de El Salvador en el entorno regional e internacional.


