Empresas de Brasil ven a El Salvador como un hub estratégico para América, impulsadas por seguridad jurídica, estabilidad y nuevas oportunidades de mercado.
El dinamismo económico y la renovada imagen internacional de El Salvador han captado la atención de inversionistas de todo el mundo, y Brasil no es la excepción. Desde 2024, ya son 18 las empresas brasileñas que han iniciado procesos legales y administrativos para operar en el país, según confirmó Vidal Sorto, presidente de la Cámara de Comercio El Salvador-Brasil.
“El mundo está con los ojos puestos en El Salvador por lo que era y por lo que es. Estamos viviendo la era Bukele, y los empresarios brasileños lo están viendo con gran entusiasmo”, aseguró Sorto, quien ha vivido más de cuatro décadas en Brasil y es el único salvadoreño dentro de la Cámara, que aglutina a cientos de empresarios del gigante sudamericano.
Un puente entre Brasil y Centroamérica
La atracción no es casual: El Salvador ha sido el destino de 11 misiones comerciales brasileñas en los últimos dos años, organizadas por la gremial. Este esfuerzo ha permitido identificar oportunidades en sectores como agronegocios, tecnología, seguridad, salud, educación y minería.
Ayer, una nueva delegación empresarial arribó a San Salvador y sostuvo reuniones con autoridades, entre ellas el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG). El objetivo: consolidar alianzas y preparar el terreno para convertir a El Salvador en un punto estratégico de distribución hacia Centroamérica, México y Estados Unidos, un mercado conjunto que supera los 52 millones de consumidores.
Una apuesta por la vivienda popular
Uno de los proyectos más ambiciosos que impulsa la Cámara es el desarrollo de vivienda de interés social. Según Sorto, existe una demanda cercana a las 450,000 viviendas en El Salvador, lo que ha motivado a un consorcio de constructoras brasileñas a trabajar en una propuesta que podría superar los 3,000 millones de dólares en inversión.
“Es un proyecto respaldado incluso por la ministra de Vivienda, Michelle Sol. Estamos avanzando en las negociaciones”, afirmó Sorto.
Reglas claras, confianza firme
Más allá del entusiasmo, los empresarios brasileños valoran la seguridad jurídica y financiera que ofrece el país. “Uno de los principales atractivos es la seguridad jurídica. Los empresarios ven que aquí hay reglas claras para invertir, y eso es fundamental”, explicó el presidente de la Cámara.
Fundada hace 25 años y con sede principal en Salvador de Bahía, la Cámara de Comercio El Salvador-Brasil tiene filiales en São Paulo, Río de Janeiro, Manaos y Fortaleza. Su labor ha sido clave para estrechar los lazos económicos entre ambas naciones y posicionar a El Salvador como un destino atractivo para la inversión extranjera.