El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) continúa ampliando la implementación de proyectos de producción en ambiente protegido, una estrategia clave para fortalecer la productividad del sector y mejorar la rentabilidad de los pequeños y medianos productores. Estas iniciativas forman parte del Programa de Aumento a la Producción, que combina el uso de casas malla con cultivos a cielo abierto, con el objetivo de garantizar una producción más estable, sostenible y resistente a factores climáticos y biológicos.
Uno de los modelos destacados es la casa malla convencional, una estructura de hierro de 3 pulgadas que cubre 1,800 metros cuadrados y está revestida con malla antivirus de 500 metch. Este material especializado evita el ingreso de insectos chupadores, responsables de transmitir enfermedades, y reduce significativamente la presencia de plagas. Gracias a esta protección, los agricultores pueden obtener cosechas más sanas, minimizar pérdidas y mejorar el rendimiento sin depender excesivamente de agroquímicos, lo que se traduce en menores costos y una producción más competitiva.

El MAG también implementa la casa malla tipo invernadero, una estructura de hierro de 2 pulgadas con un área de 500 metros cuadrados. Este modelo incorpora malla antivirus y plástico ultravioleta, un elemento que regula la entrada de agua y controla la humedad interna, evitando enfermedades fungosas que afectan directamente la productividad. Además, integra un sistema automatizado de riego alimentado por energía solar, lo que permite disminuir el gasto energético, optimizar el uso del agua y fortalecer la sostenibilidad económica de los productores.
Según especialistas del sector, este tipo de infraestructura representa una oportunidad para que los agricultores incrementen sus índices de producción, enfrenten con mayor resiliencia los cambios climáticos y estabilicen sus ingresos. Al reducir pérdidas y mejorar la eficiencia del uso de insumos, estas tecnologías elevan la competitividad del sector agrícola y contribuyen al dinamismo económico de las zonas rurales.
Con estas iniciativas, el MAG apuesta por una agricultura más tecnificada y sostenible, impulsando la transición hacia modelos productivos que generen mayor valor agregado y aseguren la seguridad alimentaria del país.


