Las exportaciones de café nicaragüense ascendieron a 714,1 millones de dólares en 2022, un 40,6 % más frente a los 507,9 millones de dólares de un año antes, informó este sábado el presidente del Banco Central de Nicaragua, Ovidio Reyes.
El volumen de las exportaciones de este grano durante el pasado año fue de 3,46 millones de quintales de café (sacos de 45,45 kilos), mientras que en la cosecha anterior (2021) fueron 3,38 millones quintales precisó el funcionario, durante un acto oficial.
Reyes atribuyó la subida registrada en la recaudación por exportaciones a la mayor productividad y al aumento en el precio internacional del café, segundo principal producto de exportación de Nicaragua.
En 2022 el precio promedio del quintal de café nicaragüense en el mercado internacional fue de 206,2 dólares por quintal, mayor a los 150,4 dólares de 2021, detalló.
En 2020 Nicaragua obtuvo ingresos por 438,2 millones de dólares por ventas de café y exportó 3,29 millones de quintales de café a la vez que el peso promedio del grano fue de 133,3 dólares el quintal, de acuerdo con el funcionario.
El café es el segundo principal producto de exportación de Nicaragua, solo superado por el oro en bruto, que dejó ventas por 927,4 millones de dólares en 2022, según cifras del Banco Central.
Reyes ofreció esos datos durante el cierre del plan de protección de la cosecha cafetalera 2022-2023 realizado en el departamento de Matagalpa (norte) y presidido por el jefe del Ejército de Nicaragua, el general Julio César Avilés.
Al acto de clausura asistió Laureano Ortega Murillo, hijo del presidente Daniel Ortega y de la vicepresidenta Rosario Murillo, y quien es asesor presidencial para la promoción de las Inversiones, Comercio y Cooperación Internacional.
También el ministro nicaragüense de Relaciones Exteriores, el general retirado Denis Moncada Colindres, el jefe de la Policía Nacional y consuegro de Ortega, Francisco Díaz, así como el alto mando militar y policial, entre otros funcionarios locales.
En su discurso, el jefe del Ejército dijo que durante el plan de protección garantizaron la seguridad a 38.000 productores y 600.000 trabajadores que forman parte de la cadena productiva y cortaron el grano en 230.000 manzanas (161.000 hectáreas).
Ese plan se desarrolló en los departamentos cafetaleros de Jinotega, Matagalpa, Nueva Segovia, Madriz, Estelí (todos en el norte), en los de Managua y Carazo (Pacífico), así como en Boaco (centro), y en el municipio de Nueva Guinea (Caribe sur).