Las exportaciones de El Salvador registraron un crecimiento interanual de 5.7 % entre enero y septiembre de 2025, alcanzando los $5,137.6 millones, según el más reciente informe del Banco Central de Reserva (BCR). Este desempeño refleja una recuperación moderada del sector externo, impulsada principalmente por la demanda de productos industriales tradicionales y alimentos procesados, en un contexto regional de lenta reactivación comercial.
En términos físicos, el volumen exportado también mostró dinamismo al aumentar un 4.9 %, al pasar de 2,709.6 millones a 2,841.4 millones de kilogramos, lo que sugiere una mejora en la productividad y en la capacidad operativa de las plantas manufactureras locales. Sin embargo, el crecimiento en valor fue ligeramente superior al del volumen, lo que podría indicar una leve mejora en los precios de exportación o un cambio en la composición de productos hacia bienes de mayor valor agregado.
Pese a este desempeño general positivo, la industria maquiladora continúa siendo el principal foco de preocupación. El sector representó un 11.8 % del total exportado, con $609.5 millones hasta septiembre, pero registró una contracción del 9.3 % respecto al año anterior. La caída evidencia los efectos de la menor demanda en los mercados de textiles y confección, donde la competencia asiática y la reducción de pedidos desde Estados Unidos han impactado con fuerza.

El mercado estadounidense, tradicionalmente el principal destino de las exportaciones salvadoreñas, mantiene una tendencia negativa. Las ventas hacia ese país sumaron $1,605.2 millones, equivalentes al 31.2 % del total, pero reflejan una caída del 1.8 %. Este retroceso puede vincularse a la desaceleración del consumo en EE. UU. y a los cambios en las cadenas de suministro globales, que han afectado las exportaciones centroamericanas de bienes intermedios.
En contraste, los envíos hacia Centroamérica y otros destinos latinoamericanos han sostenido el ritmo de crecimiento, convirtiéndose en los principales impulsores del repunte exportador. Analistas señalan que este comportamiento evidencia un proceso de diversificación comercial incipiente, pero necesario para reducir la dependencia del mercado estadounidense.
En suma, los datos del BCR muestran un sector exportador que avanza con cautela, impulsado por la manufactura tradicional y los alimentos, pero con desafíos estructurales en la maquila y una dependencia externa que exige estrategias de diversificación y mayor inversión en innovación productiva.

 
         
           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                           
                          
