La reciente propuesta del candidato presidencial Donald Trump de imponer una nueva ronda de aranceles y recortar impuestos para los más ricos ha encendido alarmas entre economistas y expertos en política económica en Estados Unidos. Los analistas advierten que estas medidas podrían tener consecuencias adversas para la economía, como el aumento de los costos de importación y una mayor desigualdad.
Trump ha planteado elevar los aranceles a todas las importaciones en un 10 %, lo que, según su propuesta, buscaría incentivar la producción nacional y reducir el déficit comercial. Sin embargo, los economistas temen que esta medida podría desencadenar represalias comerciales de otros países, encarecer los productos importados para los consumidores y afectar a las empresas que dependen de insumos extranjeros.
“Una nueva ronda de aranceles aumentaría los precios para los consumidores y reduciría el poder adquisitivo de las familias, lo que podría desacelerar el crecimiento económico en un momento delicado”, señaló Laura Tyson, profesora de economía en la Universidad de California, Berkeley.
Por otro lado, el recorte de impuestos propuesto por Trump para los sectores más adinerados del país también ha sido criticado. Los expertos señalan que dicha medida podría profundizar la desigualdad, favoreciendo a los ricos mientras aumenta el déficit fiscal. Este recorte sería similar al plan de 2017, que, según algunos informes, benefició desproporcionadamente a las corporaciones y a las personas con mayores ingresos.
“Los recortes fiscales a los ricos no han demostrado generar el crecimiento económico que se promete. En cambio, suelen aumentar la deuda pública y limitar los recursos para inversiones públicas en áreas cruciales como infraestructura, educación y salud”, advirtió el economista Paul Krugman.
A medida que la campaña de Trump avanza, los economistas seguirán debatiendo los efectos potenciales de sus propuestas económicas, que podrían tener un impacto duradero en la estabilidad y equidad de la economía estadounidense.