La Superintendencia de Competencia (SC) de El Salvador anunció este lunes el inicio de un nuevo estudio sobre el mercado de carne bovina en el país, en respuesta a los recientes aumentos en los precios de este alimento. La investigación busca analizar el funcionamiento de la producción, importación y distribución de la carne bovina, con el objetivo de promover una mayor competencia y facilitar el acceso de la población a precios más accesibles y una oferta más variada.
El estudio, el segundo realizado por la SC sobre este mercado, sigue a la investigación publicada en 2018, la cual reveló diversas limitaciones en la importación y distribución de carne en El Salvador. La investigación previa identificó barreras fitosanitarias y arancelarias que afectaban el ingreso de carne al país, por lo que el nuevo estudio evaluará si se han implementado las recomendaciones para mejorar la situación.
La carne de ave, cerdo y res es un componente esencial en la dieta de los salvadoreños, siendo una de las principales fuentes de proteína. Sin embargo, desde 2021, los precios de la carne bovina han experimentado un aumento significativo, atribuido a distorsiones en las cadenas logísticas y a la invasión rusa en Ucrania en 2022. Este incremento ha limitado el consumo, con precios que alcanzan hasta $7 por libra en supermercados.
El Salvador depende en gran medida de las importaciones de carne de res para satisfacer la demanda interna, principalmente desde Nicaragua y Estados Unidos. Según el Banco Central de Reserva (BCR), solo en el primer semestre del año, las importaciones de carne de res y productos derivados superaron los $156.1 millones. De esta cantidad, $87.1 millones correspondieron a importaciones desde Nicaragua y $44.3 millones desde Estados Unidos. También se realizaron compras de Costa Rica, Guatemala, Bélgica y Honduras.