En una jornada marcada por la conexión, la trazabilidad y la excelencia sensorial, seis variedades únicas de café salvadoreño fueron protagonistas de una cata especializada organizada gracias a la colaboración entre la Unión Europea, el International Trade Centre (ITC) y el Instituto Salvadoreño del Café, a través del Proyecto Ilamatepec.
Este espacio reunió a productores, tostadores, exportadores y amantes del café de especialidad en un entorno propicio para descubrir nuevos orígenes, fomentar relaciones comerciales y visibilizar el potencial de los cafés con indicaciones geográficas protegidas. Cada taza ofreció un viaje sensorial distinto, respaldado por un trabajo riguroso de trazabilidad que permite identificar el origen exacto del grano y garantizar su calidad desde la finca hasta la mesa.

El Proyecto Ilamatepec forma parte de una estrategia integral para posicionar el café salvadoreño en mercados internacionales exigentes, apostando por la diferenciación, la sostenibilidad y el valor agregado. Esta iniciativa no solo impulsa la economía local, sino que también abre oportunidades de exportación para pequeños y medianos productores que cultivan con pasión y precisión en las montañas de El Salvador.
“Detrás de cada variedad hay una historia de esfuerzo, identidad territorial y compromiso con la calidad. Este tipo de actividades fortalecen el ecosistema del café de especialidad y permiten que más compradores internacionales descubran lo mejor de nuestro país”, destacó un representante del Instituto Salvadoreño del Café durante el evento.
La cata fue posible gracias al trabajo articulado entre cooperación internacional y actores locales, reflejando el poder del trabajo en equipo para transformar realidades y abrir puertas en el competitivo mercado del café de especialidad.