La agencia calificadora S&P Global Ratings describió el viernes como «oportunista y similar a una operación de gestión de pasivos» la reciente recompra de deuda anunciada por el gobierno salvadoreño, destinada a bonos con vencimiento entre 2027 y 2034. Según S&P, la administración podría haber cumplido con sus obligaciones financieras sin necesidad de realizar esta transacción.
El gobierno ofreció recomprar los bonos a precios «ligeramente por encima del mercado» y lanzó una nueva emisión de deuda externa por $1,000 millones con vencimiento en 2054 a una tasa de interés del 9.65 %. A pesar de estas acciones, la calificación crediticia soberana del país se mantiene en B-/B, y la nueva deuda recibió una calificación de emisión de B por parte de la agencia.
S&P destacó que las condiciones «estables» de la calificación reflejan un balance entre el alivio fiscal obtenido y la persistente carga de la deuda nacional, que representa el 77 % del PIB. Esta cifra incluye compromisos con los fondos de pensiones, lo que según la agencia, continúa generando vulnerabilidades a largo plazo.
El análisis de S&P resalta que, aunque el alivio fiscal ha permitido mayor flexibilidad financiera en el corto plazo, las finanzas públicas del país siguen siendo frágiles. El Salvador enfrenta desafíos como un Producto Interno Bruto (PIB) per cápita de $5,350, crecimiento económico moderado, baja productividad, y la falta de flexibilidad monetaria debido a la dolarización total.
Además, la agencia señaló que la administración gubernamental tiene dificultades para anticipar las respuestas políticas necesarias, dada la ausencia de controles institucionales sólidos.
Alcance de la recompra
El gobierno salvadoreño informó que hasta octubre ya había recomprado más de $940 millones de deuda con vencimientos entre 2027 y 2052. La oferta para la recompra actual estará vigente hasta el 18 de noviembre, en un contexto donde las decisiones económicas siguen siendo observadas de cerca por los mercados internacionales.
Aunque la recompra reduce obligaciones inmediatas, S&P advierte sobre el impacto de las altas tasas de interés y la elevada carga de deuda en el crecimiento económico y la estabilidad fiscal a futuro. Esto coloca al país ante un escenario de incertidumbre y desafíos significativos en su manejo financiero.