Lo que comenzó hace 16 años como una plataforma para viajeros aventureros que podían alquilar un espacio modesto con desayuno a bajo precio ha evolucionado significativamente. Hablamos de Airbnb, una empresa que ahora se enfrenta a dilemas que van más allá de su propuesta inicial.
En sus primeros días, Airbnb se presentaba como una alternativa económica y accesible frente a los hoteles tradicionales. Sin embargo, en la actualidad, sus precios se han acercado a los de los hoteles y ofrecen diversas condiciones que van desde lo básico hasta lujosos apartamentos. Este cambio en la oferta ha generado una serie de efectos secundarios inesperados, en particular en el mercado inmobiliario global.
Airbnb, que fue lanzado por sus fundadores sin imaginar su impacto a escala mundial, ha puesto en apuros a los mercados inmobiliarios en muchas ciudades. La plataforma ha sido criticada por contribuir a la escasez de viviendas y al aumento de los precios de alquiler en diversas localidades. Ciudades como Barcelona, Roma y Lisboa han experimentado un incremento en los costos de vivienda, atribuido en gran parte a los alquileres turísticos. Un estudio de la Universidad de Barcelona reveló que la presencia de Airbnb en la ciudad ha elevado los alquileres en un 1.9% y los precios de venta en un 4.6%, afectando la accesibilidad a viviendas para los residentes locales.

¿ESENCIA O EVOLUCIÓN?
El tema ha ganado relevancia recientemente debido a unas declaraciones del CEO de Airbnb, Brian Chesky, en 2022. Chesky expresó que la compañía había perdido parte de su esencia original y llamó a los propietarios a reducir sus precios para hacer la plataforma más accesible. En una entrevista con Bloomberg, Chesky mencionó que la compañía busca que los precios sean más competitivos frente a los hoteles. Como solución, propuso la implementación de una herramienta para que los anfitriones pudieran ver el precio medio de los hoteles en su área, con el fin de incentivarlos a ajustar sus tarifas.
A pesar de estos esfuerzos, no es una tarea sencilla. Airbnb ahora alberga no solo espacios para aventureros, sino también propiedades en ubicaciones clave que se alquilan a precios elevados. Además, algunos fondos de inversión compran viviendas en zonas céntricas para alquilarlas a través de la plataforma, lo que comercializa un bien básico como la vivienda.
El desafío para Airbnb es recuperar la esencia de su fundación y revertir la percepción de que ha contribuido a la crisis de vivienda en lugar de resolverla. El crecimiento explosivo de la empresa ha sido impresionante, pero ahora la pregunta es si puede volver a ser la plataforma para ‘viajeros aventureros’ que Chesky y sus cofundadores imaginaron, o si seguirá siendo un gigante del negocio inmobiliario.