El Salvador avanza en su estrategia de atracción de inversiones con el inicio del proyecto AirCity, una zona franca aeroportuaria que busca transformar al país en un nodo clave de logística y aviación para el continente. La iniciativa, liderada por Aristos Inmobiliaria y desarrollada dentro del Aeropuerto Internacional de El Salvador, capitaliza la ubicación geográfica del país y su cercanía con los principales mercados de Centroamérica y Estados Unidos.
El arranque de la fase constructiva fue confirmado por el presidente de la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA), Federico Anliker, quien anunció la colocación de la primera piedra del complejo, considerado el primero de su tipo en la región al integrar una zona franca aeronáutica dentro de un aeropuerto en operación. El proyecto abarcará más de 500,000 metros cuadrados y será ejecutado de forma progresiva.
De acuerdo con Anliker, AirCity estará orientado a actividades de alto valor agregado en el sector aeronáutico, como la manufactura y ensamblaje de piezas de aviones y helicópteros, así como la producción de componentes interiores, incluidos asientos y otros equipos especializados. La iniciativa también integrará a Aeroman, empresa reconocida como uno de los mayores centros de mantenimiento aeronáutico del continente.

Además de la industria aeronáutica, AirCity ha sido concebido como un desarrollo multifuncional que atenderá sectores como logística, comercio electrónico, manejo de productos refrigerados, capacitación técnica y servicios hoteleros. Se estima que el proyecto requerirá una inversión aproximada de $250 millones y generará cerca de 5,000 empleos directos, además de unos 10,000 indirectos, fortaleciendo el mercado laboral y la economía local.
La infraestructura incluirá una calle de rodaje exclusiva, identificada como 18-36, que permitirá el acceso directo de aeronaves desde la pista principal hacia el complejo, optimizando los tiempos operativos. Asimismo, contará con un área especializada para estacionamiento de aviones, con una superficie superior a los 124,000 metros cuadrados.
Desde la visión del sector privado, el CEO de Aristos Inmobiliaria, Edwin Escobar, ha señalado que AirCity apunta a convertirse en un catalizador del crecimiento económico regional, al reducir tiempos logísticos y facilitar el comercio internacional. El desarrollo, añadió, se ajustará de manera gradual a la demanda del mercado, con el objetivo de diversificar sectores productivos y ampliar las oportunidades de inversión más allá del área metropolitana.
El proyecto también se alinea con las tendencias de nearshoring, al ofrecer una plataforma logística que conecta a Centroamérica con Estados Unidos, México y Sudamérica, posicionando a El Salvador como un socio estratégico para empresas que buscan optimizar sus cadenas de suministro.
En paralelo, CEPA confirmó que el aeropuerto será escenario de nuevas inversiones complementarias, entre ellas la construcción de hoteles y la ampliación de infraestructura vinculada a la carga aérea. Según Anliker, estas iniciativas forman parte de un plan integral que contempla inversiones cercanas a los $800 millones, financiadas con recursos propios, organismos multilaterales y socios estratégicos.
Con AirCity y los proyectos asociados, El Salvador refuerza su apuesta por consolidar un ecosistema logístico y aeronáutico capaz de dinamizar la economía, atraer capital extranjero y elevar su competitividad en el comercio internacional.


