Argentina solicitó al Fondo Monetario Internacional (FMI) un préstamo por 20.000 millones de dólares, un monto que el organismo no confirmó, anunció este jueves el ministro de Economía, Luis Caputo, en momentos en que el país padece una fuerte presión cambiaria contra el peso.
Caputo informó que además Argentina negocia «un paquete adicional de libre disponibilidad» con otros organismos como el Banco Mundial y el Banco Interamericano Desarrollo (BID) para fortalecer sus reservas.
El gobierno del presidente Javier Milei divulgó el monto del acuerdo preliminar en medio de una corrida contra el peso que representó en la última semana una sangría en las reservas de más de 1.200 millones de dólares.
El ministro lo reveló tras conversaciones con el FMI con el propósito de contribuir a la calma cambiaria. Las reservas brutas del Banco Central terminaron el miércoles en 26.426 millones de dólares, informó la entidad.
Una portavoz del organismo multilateral declinó confirmar la cifra.
«No entraré en detalles sobre las conversaciones en curso, simplemente puedo confirmar que el tamaño del paquete final para Argentina será determinado por el directorio ejecutivo y que las negociaciones apuntan a que sea un paquete de financiamiento considerable», declaró la portavoz del FMI Julie Kozack.
El Fondo elogió que «pese al drástico ajuste macroeconómico» que aplicó el gobierno argentino, «la actividad se está recuperando con fuerza, los salarios reales están aumentando y la pobreza está disminuyendo».
No obstante el FMI consideró que «ha llegado el momento de avanzar hacia las siguientes etapas».
«Existe un reconocimiento compartido sobre la necesidad de seguir adoptando un conjunto coherente de políticas fiscales, monetarias y cambiarias, al tiempo que se fomenten y profundizen el crecimiento y se potencien las reformas», agregó la portavoz.
El nuevo préstamo se sumará a un acuerdo vigente por 44.000 millones de dólares firmado en 2018 que representó el mayor endeudamiento del país sudamericano con el FMI.
– «Intento de desestabilización» –
El Banco Central lleva siete días consecutivos de fuerte intervención en el mercado de cambios.
El ministro consideró que la corrida contra el peso no se explica por la debilidad de las reservas del Banco Central, sino por un «intento de desestabilización contra el gobierno del presidente Javier Milei», detrás del cual señaló a «la oposición».
Las protestas semanales que los jubilados hacen frente al Congreso exigiendo un aumento de sus haberes han tenido en las últimas semanas el respaldo de sindicatos, hinchas de fútbol y organizaciones sociales, en protestas numerosas que han sido ferozmente reprimidas por la policía.