El sector de bienes raíces en El Salvador continúa mostrando señales de dinamismo, impulsado por el desarrollo de proyectos habitacionales, comerciales y turísticos, a pesar de un entorno económico regional marcado por la inflación y las altas tasas de interés internacionales.
Según datos del Banco Central de Reserva (BCR), la inversión privada en construcción registró un crecimiento del 6.4% durante el primer trimestre de 2025 en comparación con el mismo período del año anterior. Este repunte se ha visto impulsado principalmente por la expansión de proyectos residenciales de mediano y alto valor, así como por nuevas inversiones en infraestructura turística en la zona costera.
Por su parte, la Cámara Salvadoreña de la Industria de la Construcción (CASALCO) reportó en su último boletín que los permisos de construcción emitidos por las alcaldías reflejan una tendencia positiva, especialmente en zonas como La Libertad, Antiguo Cuscatlán y San Miguel, donde la demanda por vivienda vertical ha aumentado en respuesta al crecimiento urbano y la búsqueda de soluciones habitacionales más seguras y modernas.

El auge del turismo también ha contribuido a dinamizar el sector inmobiliario, particularmente en áreas como El Zonte, El Tunco y otras zonas del litoral Pacífico. El Ministerio de Turismo ha indicado que el interés de inversionistas extranjeros en desarrollar hoteles boutique, condominios y complejos turísticos se ha incrementado como parte del impulso del gobierno al denominado “Surf City”.
Asimismo, la Ley de Agentes Extranjeros y el régimen de excepción han generado ciertas dudas entre inversionistas internacionales, pero el Consejo Salvadoreño de Bienes Raíces (CSBR) asegura que el apetito por adquirir propiedades se mantiene, en parte debido al proceso de dolarización y a la estabilidad macroeconómica relativa del país en comparación con sus vecinos.
En el ámbito comercial, se mantiene una tendencia al desarrollo de centros de oficinas y espacios de coworking, especialmente en San Salvador, lo que responde a la transformación del mercado laboral y la expansión de empresas tecnológicas y de servicios.
No obstante, los expertos del sector señalan que aún existen retos estructurales importantes, como la falta de acceso a financiamiento hipotecario para sectores de ingresos medios y bajos, la burocracia en trámites de permisos de construcción y la necesidad de una actualización del catastro nacional.
Con todo, el panorama general del mercado inmobiliario salvadoreño en 2025 apunta a un crecimiento sostenido pero cauteloso, condicionado tanto por el contexto internacional como por factores internos que requerirán atención para garantizar una expansión equilibrada y sostenible del sector.