El Salvador ha enfrentado durante años un grave problema de abandono a la población de Primera Infancia, niñez y adolescencia. No había un Estado que hiciera los esfuerzos respectivos para garantizar sus derechos.
La llegada del del la administración del presidente, Nayib Bukele el marcó un cambio positivo, a favor de este sector vulnerable. La prevención y eventual erradicación del trabajo infantil es una de las acciones que ya está dando resultados.
El titular del Ministerio de Trabajo y Previsión Social, Rolando Castro, citó a mediciones internacionales para explicar los avances. Previo al período del Presidente Bukele, había 180,000 niños en trabajos que no son aptos para ellos, por el nivel de peligrosidad y todas las oportunidades que pierden.
“En este momento, y según esos datos, todavía tenemos entre 65,000 y 70,000 niños trabajando”, explicó el ministro.
La mayor reducción ha ocurrido en las tareas agrícolas. “Hemos erradicado el trabajo infantil en la producción y todo el procesamiento de la cadena del sector azúcar en El Salvador”; señaló el ministro Castro.
Para lograrlo, las autoridades han efectuado 146 inspecciones para garantizar que no hay menores de edad en los sitios de siembra, corta y procesamiento de la caña de azúcar. El siguiente paso es enfrentar esta misma condición en la recolección de curiles, en actividades callejeras y en la corta de café.
“Tenemos que enfrentar las causas que originan esta situación”, aclaró el funcionario. Para eso, darán empleos formales y dignos a los padres de los niños que se ven obligados a contribuir con el sustento de sus hogares. Además, les darán a los niños educación formal y las computadoras que distribuye el Presidente Bukele para el sistema público.
“Habrá padres o madres irresponsables, entonces, ahí sí actuaremos” con todas las herramientas que la ley ofrece. Los informes se remitirán a la Primera Dama de la República, Gabriela de Bukele, ya que ella coordina los esfuerzos para que niñas y niños tengan acceso a educación de calidad, arte, deporte y cultura.