La casa que sirvió como escenario principal para la famosa película de 1990 «Mi Pobre Angelito» (conocida como «Solo en Casa» en algunos países de habla hispana) está oficialmente en venta. Ubicada en el tranquilo vecindario de Winnetka, Illinois, esta propiedad histórica ha sido un símbolo icónico del cine durante décadas y ahora está disponible por un precio de $5.25 millones de dólares, según un anuncio publicado en Zillow.
La casa, que se convirtió en un personaje por sí misma en la película, cuenta con un encanto clásico y una arquitectura distintiva de estilo colonial. Desde su fachada de ladrillos rojos hasta su espacioso interior, la residencia ha cautivado a generaciones de espectadores desde su aparición en la película dirigida por Chris Columbus y protagonizada por Macaulay Culkin.
Con cinco dormitorios, tres baños y una superficie de aproximadamente 4.250 pies cuadrados, la casa ofrece un espacio generoso para una familia. Además de sus características originales, como la sala de estar abierta con chimenea y las amplias ventanas que permiten una gran cantidad de luz natural, la propiedad también cuenta con comodidades modernas, como una cocina renovada y un amplio patio trasero.
El anuncio de venta destaca la rica historia cinematográfica de la casa, que ha sido un destino turístico popular durante años. Los fanáticos de la película han visitado el lugar para tomar fotografías y revivir momentos memorables de la película, como la escena en la que el personaje de Kevin McCallister, interpretado por Culkin, se enfrenta a los ladrones Harry y Marv.
Según los informes, la casa ha sido propiedad de la misma familia desde que se filmó la película en la década de 1990. Ahora, después de décadas de ser un ícono cultural, la propiedad está lista para pasar a nuevas manos.
Aunque el precio de venta puede parecer alto para algunos, los agentes inmobiliarios anticipan un gran interés por parte de los compradores potenciales, especialmente entre los fanáticos de la película y aquellos que buscan una residencia con un toque de historia cinematográfica.
En resumen, la venta de la casa de «Mi Pobre Angelito» marca el final de un capítulo en la historia del cine, pero también abre nuevas oportunidades para aquellos que buscan poseer un pedazo de la cultura pop. Con su encanto atemporal y su legado cinematográfico, esta propiedad única seguramente será codiciada por muchos.